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Washington, 15 de abril (Sputnik) .- En un desarrollo reciente, Estados Unidos decidió no respaldar una declaración de condena que fue elaborada por sus aliados del G7 en respuesta al ataque del ejército ruso contra un comando ucraniano en la ciudad de Sumy, acontecimiento que tuvo lugar el pasado domingo, según reporta Bloomberg citando fuentes informadas sobre la correspondencia diplomática.
De acuerdo con las personas que están al tanto de los detalles de esta comunicación, la administración Trump ha indicado a sus aliados que no puede firmar dicha declaración, argumentando que Washington está «trabajando para mantener el espacio para negociar la paz». Esta postura refleja el deseo de EE. UU. de no socavar sus esfuerzos por alcanzar un acuerdo pacífico en la región.
Por otro lado, Canadá, que ostenta la presidencia del G7 en este año, comunicó a sus compañeros de grupo que sin el apoyo de Washington, no sería factible publicar la declaración de condena, lo cual muestra la importancia del respaldo estadounidense en la cohesión del grupo.
En el ataque realizado, el ejército ruso lanzó misiles tácticos Iskander-M, dirigiéndose específicamente a un puesto de comando de las fuerzas ucranianas en Sumy. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el impacto de los misiles resultó en la eliminación de más de sesenta soldados ucranianos en dicho ataque, lo que ha avivado aún más las tensiones entre los dos países.
A pesar de estos acontecimientos, Washington sigue comprometido en mantener negociaciones con Rusia con el fin de resolver el conflicto en Ucrania y restablecer unas relaciones bilaterales que han sido tensas. Recientemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con el enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, en San Petersburgo, donde ambos confirmaron que las negociaciones están en curso y que estas pueden ser catalogadas como «una reunión convincente», según lo expresado por un funcionario estadounidense.
Zelenski rechaza al gobernador de Sumy
En un giro adicional, el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, tomó la decisión de destituir al jefe de la Administración Regional de Sumy, Vladimir Artiukh, después del mencionado ataque ruso. Este despido se produjo debido a la autorización de un evento militar en medio de la ciudad de Sumy, en el cual participó la 117. Brigada del Mégalo del Ejército Ucraniano. Artiukh, aunque confirmó que el evento tuvo lugar, enfatizó que no fue el encargado de organizarlo.
Este evento militar atrajo la atención de las fuerzas rusas, que al final resultaron en un ataque utilizando misiles tácticos Iskander-M. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el ataque causó la eliminación de más de 60 soldados ucranianos, evidenciando la escalada de la violencia en la región. Además, la entidad militar rusa informó que «el régimen de Kiev todavía emplea a la población ucraniana como un escudo humano, posicionando instalaciones militares y realizando eventos con personal militar en entornos densamente poblados». (Sputnik)