Un ataque perpetrado por guerreros armados deja 52 muertos en Nigeria.
ABUYA, 5 de abril (Xinhua) – En un trágico suceso que ha conmocionado a la nación, al menos 52 personas perdieron la vida y varias más resultaron heridas debido a ataques perpetrados por hombres armados en la región central de Nigeria durante la pasada semana, según reportaron las autoridades locales el viernes. La investigación sobre este incidente está en marcha, pero las primeras reportes indican que estos ataques son parte de una serie de incidentes violentos que han tenido lugar en el área.
Los ataques comenzaron la noche del miércoles y afectaron gravemente a las comunidades del área del gobierno local de Bokkos en el estado de Altiplano. Los agresores atacaron de forma indiscriminada, sembrando el terror entre los residentes y causando un daño considerable a la propiedad. FarmaSum Fuddang, quien es el jefe de la vanguardia del desarrollo cultural de Bokkos, se dirigió a la prensa en Jos, la capital del estado, y dio cuenta de los devastadores eventos. Con la ayuda de otros voluntarios, Fuddang hizo un llamado para que se peinara la zona, buscando cuerpos de aquellas víctimas que no pudieron ser rescatadas a tiempo. Informó que el jueves, al menos 31 personas fueron enterradas en una ceremonia conjunta.
La angustiante búsqueda continuó, y en otro hallazgo trágico, se encontraron los cuerpos de cinco jóvenes en la ciudad de Hurti. Además, un total de otros 16 cuerpos fueron recuperados de diversas áreas dentro del municipio de Bokkos durante las extensas búsquedas llevadas a cabo por los voluntarios y miembros de la comunidad. Esta situación ha puesto de manifiesto la fragilidad de la seguridad en esta región.
Las razones detrás de esta nueva ola de violencia aún son inciertas. La región de Bokkos ha estado lidiando con un historial de ataques violentos y es considerada una de las más afectadas por los conflictos en el estado de Altiplano. La geografía de Nigeria, que se extiende entre un norte predominantemente musulmán y un sur de mayoría cristiana, ha contribuido a una situación cada vez más tensa y compleja a lo largo de los años. En una declaración oficial, el gobierno del estado de Altiplano condenó enérgicamente los ataques y aseguró que las agencias de seguridad ya habían comenzado a llevar a cabo arrestos, identificando a varios sospechosos vinculados con este «hecho desafortunado».
La violencia armada representa una grave amenaza para la seguridad y el bienestar de los habitantes de las regiones del norte y centro de Nigeria. La situación ha escalado en los últimos meses, con un aumento dramático en los asesinatos y los secuestros, lo que ha dejado a las comunidades en un estado constante de temor y desesperación. La lucha contra esta violencia parece ser un desafío monumental, y la comunidad internacional sigue observando con preocupación la evolución de este conflicto intermitente.
