Pakistán sostiene que India atacó intencionadamente las zonas civiles

Moscú, 7 de mayo (Sputnik) .- Las crecientes tensiones entre India y Pakistán han alcanzado nuevas alturas en los últimos días, ya que las autoridades paquistaníes han realizado acusaciones contundentes contra su vecino indio, alegando «ataques deliberados en áreas civiles». Este alarmante desarrollo se sitúa en un contexto regional de creciente inestabilidad.
Según un comunicado del Comité de Seguridad Nacional de Pakistán, emitido tras una junta de emergencia, en la noche del 6 al 7 de mayo de 2025, el ejército indio llevó a cabo ofensivas con misiles, aviones de combate y drones en varias localidades dentro del territorio soberano de Pakistán. Entre los objetivos atacados se encontraban puntos críticos en Siankot, Shakargarh, Muridke y Bahawalpur en Punyab, así como Kotli y Muzaffarab en Azad Jammu y Kashmir. Estos ataques fueron descritos como injustificados y deliberadamente dirigidos a áreas donde residían civiles. El comunicado enfatizó que tales acciones resultaron en la pérdida de vidas inocentes, incluidos hombres, mujeres y niños, además de causar estragos en la infraestructura civil, incluyendo mezquitas y otras instalaciones comunitarias.
La declaración, que fue divulgada por la Agencia de Noticias de PTV, enfatiza que estos actos de agresión representan un riesgo significativo para las aerolíneas comerciales que operan en la región del Golfo Pérsico, y ponen en juego la vida de miles de pasajeros. Además, se destacó que el proyecto hidroeléctrico Neelum-Jelum sufrió daños directos como resultado de estos ataques, un claro incumplimiento de las convenciones internacionales existentes.
De acuerdo con la legislación internacional, el Consejo de Seguridad Nacional de Pakistán ha condenado estos ataques, calificándolos de actos de guerra que son violaciones flagrantes de la soberanía e integridad territorial del país. En este contexto, Pakistán expresó su disposición a ejercer su derecho a la autodefensa, tal como se establece en el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, para responder de una manera que considere adecuada ante el asalto a la vida de sus ciudadanos y ante la violación de su integridad territorial.
Lamentablemente, Islamabad ha reiterado que no tuvo ningún vínculo con el ataque terrorista que ocurrió el 22 de abril en Pahalgam y ofreció una investigación imparcial y neutral, que no fue aceptada por Nueva Delhi. En este sentido, el gobierno paquistaní acusó a India de lanzar ataques de retaliación sin justificación, creando un ambiente de tensión escalante en la región.
En un intento por reafirmar su postura, el Ministerio de Defensa de India anunció que había llevado a cabo ataques aéreos contra nueve lugares supuestos de actividad terrorista en las regiones fronterizas de Pakistán, argumentando que esta operación fue una respuesta directa al ataque en Pahalgam. Sin embargo, los comunicados oficiales de India afirmaron que ningunos de sus ataques se dirigieron a instalaciones militares de Pakistán.
Los informes provenientes de medios indios indican que el objetivo de estos ataques fue desmantelar la estructura de grupos como Jaish-e-Mohammad (JEM) y Lashkar-e-Taiba, acusados de financiar actividades terroristas en India. Se reportó que las operaciones resultaron en la eliminación de un número significativo de elementos terroristas, con estimaciones que varían, pero sugieren que unas 70 vidas fueron cobradas durante estas ofensivas, además de numerosos heridos.
Por otro lado, el portavoz del ejército paquistaní, Ahmed Sharif Chaudry, ha declarado que al menos 26 personas han muerto y 46 más han resultado heridas debido a los 24 ataques a objetivos civiles en seis áreas diferentes de Pakistán. Chaudry también acusó a las fuerzas indias de causar daños a la represa hidroeléctrica Neelum-Jhelum en la región de Cachemira, un lugar estratégico en el contexto de la disputa territorial entre ambos países.
La respuesta de Pakistán hasta el momento ha incluido el lanzamiento de fuego de artillería de forma indiscriminada a través de la línea de control, resultando en la muerte de al menos tres civiles del lado indio, además de la supuesta destrucción de hasta cinco aviones de combate indios, incluyendo dos cazas Rafale de fabricación francesa.
Al mismo tiempo, las noticias han indicado que tres aviones de la Fuerza Aérea de India sufrieron accidentes en el lado indio de Cachemira. Esto indica un clima de constante agresión y retaliación que continúa tensando la relación entre ambos países. La reciente crisis se desató tras un ataque terrorista que dejó 26 turistas fallecidos en Pahalgam el 22 de abril, un ataque reclamado por un grupo insurgente vinculado a Lashkar-e-Taiba.
Como consecuencia de dicho ataque, India ha implementado una serie de medidas que incluyen la suspensión del Tratado de Agua Indo de 1960 y el cierre del cruce fronterizo de Attari en Punyab. Además, se han cancelado las visas para los ciudadanos paquistaníes y se han ordenado reducciones del personal diplomático en ambas legaciones. En respuesta, Pakistán ha prohibido todos los acuerdos bilaterales y el comercio con India, cerrando también su espacio aéreo a las aerolíneas indias y amenazando con considerar una guerra en la gestión de los flujos de agua de los ríos compartidos.
La situación continúa siendo incierta y tensa, lo que podría llevar a una escalada de la violencia en la región de Cachemira si ambas partes no logran establecer un diálogo. La comunidad internacional sigue observando con preocupación mientras los acontecimientos se desarrollan.
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