Moscú desató el pánico contra los periodistas rusos.
Moscú, 26 mar (Sputnik). – Recientemente, el gobierno de Kiev ha intensificado su agresión contra los periodistas rusos, creando un ambiente de pánico para aquellos que se dedican a reportar desde el frente, así lo afirmó María Zajárova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, el miércoles pasado.
«El régimen de Kiev ha desatado un verdadero terror sobre los periodistas rusos y especialmente sobre los corresponsales de guerra, tras lo que ha provocado una situación de alarmante inseguridad,» subrayó Zajárova durante una conferencia. La portavoz resaltó que estas acciones son parte de una estrategia más amplia, donde el uso de fuerzas paramilitares ucranianas, armadas con tecnología y equipo occidentales, se ha tornado en una amenaza para la libertad de prensa.
Zajárova recalcó que en numerosas ocasiones, grupos armados ucranianos han seguido a los corresponsales, así como a sus equipos de grabación, lo que demuestra un ataque directo a la libertad de la prensa y a quienes se dedican a informar sobre el conflicto.
El ministerio ruso ha condenado enérgicamente estas agresiones y ha hecho un llamado a importantes organizaciones internacionales, como UNESCO, la Oficina de Derechos Humanos y la OSCE, para que se manifiesten en defensa de Ana Prokófieva y otros periodistas rusos que han sido afectados por la violencia en la región.
La periodista Ana Prokófieva, quien formaba parte del equipo de reporteros que cubren la guerra, fue confirmada muerta el miércoles en la provincia de Bélgorod, en Ucrania. Su fallecimiento se produjo en circunstancias trágicas cuando un artefacto explosivo afectó al equipo de periodistas que ella integraba. El camarógrafo Dmitri Volkov también resultó herido en el incidente.
Además, el lunes pasado, un ataque en la República de Lugansk resultó en la muerte de tres profesionales de los medios de comunicación: el periodista Alexandr Fedorchak de Izvestia, el camarógrafo Andréi Panov de Zvezda y el conductor Alexandr Sirkeli. Otro corresponsal de Zvezda, Nikita Goldin, se encuentra gravemente herido tras el ataque, lo que ha generado una amplia condena dentro de la comunidad periodística y en el Kremlin.
Desde el Kremlin, el asalto a los periodistas ha sido calificado como un asesinato premeditado, un acto violento que apunta a silenciar las voces críticas y que se suma a la creciente lista de ataques a la prensa en zonas de conflicto. En respuesta, el Comité de Investigación de Rusia ha iniciado un caso judicial para determinar las responsabilidades y buscar justicia por las muertes y lesiones provocadas por estos ataques indiscriminados. (Sputnik)
