México aboga por la moderación y el diálogo entre India y Pakistán, rechazando el uso de la violencia

México, 7 de mayo (Xinhua) – En una demostración clara de preocupación internacional, el gobierno de México ha manifestado su inquietud ante el aumento de las tensiones entre India y Pakistán. Este llamado a la calma y a la diplomacia es esencial en un momento donde el riesgo de escalaciones violentas podría tener consecuencias devastadoras no solo para los países involucrados, sino también para la estabilidad global.
En una declaración difundida en las plataformas de redes sociales, la Secretaría (Ministerio) de Asuntos Exteriores de México enfatizó la importancia de condenar el terrorismo, manifestando que debe ser rechazado «en todas sus formas y manifestaciones». Este tipo de violencia es inaceptable cuando se trata de resolver disputas entre naciones, lo que resalta una postura firme del país en favor de la paz y el diálogo.
La ministra de Relaciones Exteriores también hizo eco de las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha enfatizado que la búsqueda de la paz a nivel global y la fraternidad entre las naciones son principios rectores de la política exterior mexicana. Este llamado a la paz no solo es un gesto de solidaridad con las naciones en conflicto, sino una declaración de principios que busca sentar las bases para un orden mundial más pacífico y colaborativo.
Además, el gobierno mexicano instó a Nueva Delhi e Islamabad a retomar los canales diplomáticos. Este acto de diplomacia es un paso vital hacia la reducción de tensiones y la búsqueda de una paz duradera en la región de Asia del Sur, una zona marcada por la historia de conflictos y disputas territoriales.
Por otro lado, el primer ministro de Pakistán ha emitido un comunicado en el que se informa que el Comité de Seguridad Nacional del país ha autorizado a las fuerzas armadas a «emprender la venganza correspondiente» por los recientes ataques indios que resultaron en la muerte de 26 civiles e hirieron a otros 46. Este hecho dramático ha intensificado aún más las tensiones ya existentes entre los dos vecinos del sur de Asia.
La situación se ha vuelto más tensa tras un ataque mortal a turistas en la ciudad india de Pahalgam, donde al menos 25 personas perdieron la vida, según informes provenientes de medios indios. Este ataque representa un punto álgido en la escalada de violencia y preocupa no solo a los gobiernos de ambos países, sino también a la comunidad internacional, que observa con anticipación cómo se desarrollan estos eventos críticos.