Las autoridades de Gaza reportan que más de 50,400 palestinos han perdido la vida a causa de la ofensiva militar de Israel.
El escenario actual en Gaza continúa siendo devastador y alarmante. Desde el inicio de los hostilidades en octubre de 2023, cuando Israel lanzó una ofensiva militar después de los ataques del grupo Hamas y otras facciones palestinas, las cifras de muertes han alcanzado cifras inimaginables. Las autoridades de Gaza, que están bajo el control del movimiento Hamas, han reportado que el número de palestinos fallecidos ha superado las 50,400 personas, lo que incluye un vasto número de civiles inocentes.
Según el Ministerio de Salud en Gaza, hasta ahora se han contabilizado un total de 50,423 muertes y 114,638 heridos, de los cuales 24 son considerados ‘mártires’ y 55 han resultado heridos apenas en las últimas horas. La situación es tan crítica que desde el 18 de marzo, cuando se reactivó la ofensiva de Israel, se han reportado 1,066 muertes adicionales y 2,597 heridos. Estas cifras reflejan solo una parte del sufrimiento que padece la población, ya que muchos todavía yacen sin vida bajo los escombros de los edificios destruidos.
Las condiciones para los equipos de emergencia son extremas. Las ambulancias y los servicios de protección civil se enfrentan a dificultades significativas para acceder a las áreas afectadas, ya que los continuos ataques del ejército israelí impiden la llegada oportuna a donde hay víctimas. Esto insinúa que el número real de fallecimientos podría ser mucho mayor de lo que se ha reportado, ya que hay muchas personas atrapadas bajo los restos de lo que algún día fueron hogares.
Además, la comunidad internacional sigue expresando su preocupación por la escalada del conflicto, llamando a una tregua humanitaria que permita acceder a la ayuda necesaria y a una posible mediación para aliviar la crisis. Sin embargo, la realidad en el terreno es que las agresiones continúan y la atención al sufrimiento humano parece ser una prioridad lejana en medio de las hostilidades. Este conflicto no solo se mide en cifras, sino en las innumerables vidas destrozadas y en el camino de reconstrucción que se torna cada vez más oscuro.
