La ONU solicita al ELN la liberación de dos empleados de la oficina del fiscal colombiano secuestrados en Arauca.

BOGOTÁ 10 de mayo. (Europe Press) – Las Naciones Unidas han hecho un llamado al Ejército Nacional de Liberación de Colombia (ELN) para que libere de manera inmediata a dos empleados de la fiscalía colombiana que fueron secuestrados el pasado jueves en el Departamento de Arauca, que está situado en el norte de Colombia. Este incidente ha despertado una profunda preocupación tanto a nivel local como internacional sobre la seguridad y el respeto por los derechos humanos en la región.
El ELN, en un comunicado, confirmó el ‘arresto’ de los funcionarios, Rodrigo Antonio López Estrada y Jesús Antonio Pacheco Oviedo, afirmando que estos fueron capturados durante un control realizado en el municipio de Fuerte por miembros de la División de Guerra Oriental, que opera bajo el mando de Manuel Vásquez Castaña. Este tipo de acciones por parte del grupo guerrillero son comunes en el contexto de la violencia armada que se ha perpetuado en Colombia durante décadas.
En una declaración que fue recogida por medios de comunicación colombianos, el ELN señaló que “estos agentes se han conservado con su armado de la dotación y que el proceso adecuado se seguirá de acuerdo con las normas de la organización”. Con esta afirmación, el grupo parece justificar su acción bajo una lógica interna, que sin embargo choca con los estándares internacionales de derechos humanos y las expectativas de la comunidad global.
Por su parte, Scott Campbell, quien es el representante del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en Colombia, expresó de manera categórica la necesidad de garantizar «la liberación, saludable y ahorro» de los funcionarios secuestrados, así como la complejidad y gravedad de la situación. Campbell subrayó la importancia de que los grupos armados respeten el derecho internacional y los derechos humanos, que incluyen derechos fundamentales como el derecho a la vida, a la libertad, y a la seguridad.
En la misma línea, la ONU ha recordado al estado colombiano sobre su deber de proteger a la población civil y garantizar todos sus derechos, que abarcan desde una vida digna hasta la libertad y la seguridad. También ha instado a las autoridades competentes a tomar medidas efectivas para salvaguardar a los civiles y evitar que sean víctimas de la violencia y el secuestro por parte de grupos armados, enfatizando la necesidad de un enfoque proactivo en la gestión de la seguridad pública.