La actriz Richard Chamberlain fallece a los 90 años.

WASHINGTON 30 Mar. (Europe Press) – Lamentablemente, el icónico actor estadounidense Richard Chamberlain, que se destacó en las décadas de 1970 y 1980, ha fallecido a la edad de 90 años. Su muerte se produjo el pasado sábado, dejando un legado de actuaciones memorables en la televisión y el cine que han perdurado a lo largo de los años.

Harlan Boll, quien se desempeñaba como su publicista, fue el encargado de confirmar la triste noticia a la prensa cinematográfica, resaltando el impacto que Chamberlain tuvo en la industria. Con una carrera que abarcó más de cinco décadas, el actor se convirtió en una de las figuras más reconocibles de la televisión estadounidense, especialmente durante los años dorados del medio.

Chamberlain comenzó su carrera en la televisión en la década de 1960, un periodo en el que logró su primer gran éxito con un drama médico que capturó la atención del público. Su pasión por la actuación se complementaba con su amor por el teatro, lo que le permitió balancear su carrera entre las series televisivas y las presentaciones en el escenario. Esta dualidad en su carrera le dio la oportunidad de explorar diferentes aspectos de su talento artístico.

A lo largo de los años 70 y 80, Chamberlain continuó floreciendo como actor, participando en exitosos proyectos cinematográficos y televisivos. Uno de sus papeles más destacados fue en la película «La última ola», dirigida por el aclamado cineasta australiano Peter Weir. La interpretación que hizo de este personaje fue aclamada por la crítica e incluso le abrió puertas a otros proyectos cinematográficos. En la década siguiente, Chamberlain tuvo una gran participación en la épica adaptación televisiva de «Birds of Prey», donde una vez más demostró su capacidad para cautivar a las audiencias.

En un cambio de rumbo en su vida personal, a finales de los años 80, Chamberlain decidió mudarse a Hawai. Durante este tiempo, disfrutó de una vida más tranquila en comparación con el bullicio de la industria del entretenimiento en el continente. A pesar de su perfil bajo en el ámbito público, Chamberlain siempre tuvo un cariño especial por la pintura, una actividad que le permitió expresarse artísticamente de otras maneras. A menudo pasaba su tiempo sumergido en sus obras, disfrutando de la belleza natural que la isla le ofrecía. Aunque regresó al continente en ocasiones por motivos laborales, la mayor parte de su vida fue vivida en la paz de Hawai, donde encontró un equilibrio entre su arte y su pasión por la vida.