Honduras amplía una condición de excepción para combatir el crimen – Actualidad cr
Tegucigalpa, 17 de agosto (Latin Press) para reducir los niveles de delincuencia en áreas de alta incidencia, el gobierno de Honduras se ha extendido por otros 45 días desde diciembre de 2022.
De esta manera, la validez de este instrumento, que fue implementada por el presidente Xiomara Castro ejecutivo para reducir las cifras de violencia en 226 de los 298 municipios hondureños, hasta el 29 de septiembre de este año.
La nueva expansión, Vsimotercera, sucesiva expansión, se publicó en el periódico oficial, que se destacó en varios medios el domingo.
Según la Secretaría (Ministerio) de seguridad, esta medida hasta ahora ha dejado resultados importantes, incluida la reducción de 13 puntos porcentuales en la cifra de homicidio involuntario por cada 100,000 habitantes.
Además, 93 municipios (31 por ciento del total) incidentes de cero moneda cero y 265 municipios (89 por ciento del área nacional) que están registrados entre cero y ocho delitos, dijo la cartera ministerial anterior.
Durante los primeros siete meses de 2025, las fuerzas de seguridad incautaron 18.840 armas de fuego, 44 mil 635 libras de marihuana y 12 mil 443 kilogramos de cocaína, explicó la fuente.
En el marco de esta estrategia, 51 pandillas criminales fueron desarmadas y se realizaron 74,887 arrestos por diferentes delitos.
El ministro de Seguridad Hondureño, Gustavo Sánchez, predijo la semana pasada que este pueblo centroamericano puede cerrar 2025 con una tasa de entre 20 y 25 homicidios por cada 100,000 habitantes, uno de los más bajos en dos décadas.
La violencia extrema que enfrenta Honduras está perturbando seriamente la paz a nivel nacional y hace que sea indispensable y urgente continuar con todas las medidas dirigidas a la restauración del orden público y la protección de la vida humana, como el más alto propósito de la sociedad, creen las autoridades.
Conocidos como Maras, grupos formados por jóvenes y adultos, algunos vecindarios del control del país, con un modus operandi basado en asesinato y extorsión, prácticas a las que se agregan la amenaza y el enjuiciamiento.
