«¡Hasta siempre!», se despidió de su gira más emotiva.

Málaga (España), 9 de mayo (Eph) .-
La gira de conciertos, que abarca un total de 36 presentaciones, tuvo su inicio en Las Palmas de Gran Canaria a principios de mayo. Este recorrido musical incluye paradas en importantes ciudades, tales como Madrid, Zaragoza, Pamplona, Sevilla, Alicante, Palma de Mallorca, A Coruña y Gijón. En un acto lleno de simbolismo, también llevará al cantante a su tierra natal, Jaén, donde su conexión con la música comenzó.
Con una sencilla pero significativa escenografía que consistía en una silla alta, una mesa y un micrófono, el cantante se presentó ante 7,500 fervorosos fanáticos en el auditorio Martín Carpena. El ambiente era electrizante; el público, repleto de entusiasmo, le dio la bienvenida con vítores y aplausos ensordecedores, mientras ondeaban su característica bomba blanca. Antes de que comenzara el espectáculo, las pantallas del auditorio proyectaban el emotivo videoclip de ‘One Last Waltz’, creando una atmósfera cargada de emoción.
El artista, conocido por su estilo íntimo y personal, había preparado un saludo que resonó con el amor y la devoción de su audiencia, que lo recibió con una entrega incondicional. Su voz, aunque temblorosa y a veces quebrada por la emoción, llenó el espacio mientras interpretaba «Lágrimas de mármol», un clásico de su repertorio que resonó profundamente en los corazones de los presentes. No hay duda de que este concierto marcaba un antes y un después, siendo el primero en la península durante una gira que prometía ser extraordinariamente emotiva.
Un auditorio desviado
Durante su presentación, con éxitos como ‘April’, ‘Wedding Nights’ y ‘We Got the Ten’, el auditorio estalló en vítores y los asistentes se unieron al cantante en un canto colectivo que resonó por todo el recinto. La felicidad y satisfacción eran palpables, y el artista, de 76 años, se mostró profundo emotivo, consciente de que esta gira no solo es un evento concertístico, sino también un cierre simbólico a una carrera que abarca más de cinco décadas.
Joaquín Sabina, un verdadero ícono de la música española, ha tomado la valiente decisión de retirarse del escenario, un paso que muchos temían e incluso otros anticipaban por el significado que destila. En esta gira, titulado ‘Hello and Goodbye’, se despedirá de lugares emblemáticos como el Royal Albert Music Hall en Londres (22 de mayo), una ciudad que tuvo un papel importante durante su estancia en el exilio, y el legendario Olympia de París (25 de mayo), donde las entradas ya están completamente agotadas.
Sabina ha dejado un legado indiscutible, con cerca de veinte álbumes en su carrera, entre ellos diecisiete de estudio y siete en vivo. A lo largo de su trayectoria, ha colaborado con otros grandes de la música española, como Joan Manuel Serrat, Victor Manuel, Ana Belén y Fito Páez, este último con quien grabó el famoso álbum «Enemigos íntimos». Aunque su relación con Páez sufrió altibajos durante la grabación en Buenos Aires, con platos volando y desacuerdos, su vínculo se ha fortalecido a lo largo de los años, marcando una amistad que perdura.
Durante su concierto en Málaga, el artista también rindió homenaje a su amada Argentina y a Buenos Aires, que considera su segundo hogar. Con temas como ‘With You’ y ‘Princess’, se cerró la noche con broche de oro, dejando a todos los presentes con un sentimiento de nostalgia y gratitud por la música que ha acompañado a sus vidas.