En un mundo agitado, China e India lideran la acción

San José, 10 de abril (DNP) .- En el año 1816, tras su derrota en la Guerra de Waterloo, el emblemático Napoleón Bonaparte pronunció una frase que resonaría a lo largo de los siglos: «China es un gigante dormido. Déjelo dormir porque cuando se despierte, el mundo temblará». Hoy, más de doscientos años después, estas palabras cobran vida en un momento en que el equilibrio mundial se ve sacudido por las decisiones de potencias como los Estados Unidos, que implementa tarifas sobre productos provenientes de numerosas naciones.
No obstante, el impacto de figuras políticas como Donald Trump y la manera en que manejan su estrategia en el escenario geopolítico palidece en comparación con la creciente influencia de países en la región del Indo-Pacífico, especialmente China e India. Este fenómeno fue destacado por el historiador Enrique Zapata durante la conferencia titulada El Mundo en ebullición: una incidencia de Euro-Asia, organizada por la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional (UNA).
Existen múltiples factores que respaldan esta tendencia de creciente poderío. Uno de ellos es el notable crecimiento de la productividad económica que se registró a nivel global en 2024. En este contexto, India se posicionó como el país con el mayor aumento, alcanzando un impresionante crecimiento del 6.5% en su producto interno bruto. Este auge se atribuye a tres elementos fundamentales: el desarrollo vertiginoso del sector tecnológico, el sólido consumo interno y la política favorable hacia la inversión extranjera.
Por su parte, China también mostró un crecimiento significativo, alcanzando un 5% impulsado por iniciativas enfocadas en la gestión del sector manufacturero conectadas con un creciente interés en el comercio exterior. Otros países que lograron avances en este aspecto incluyen a Bangladesh, Filipinas y Vietnam, que registraron un crecimiento del 6% cada uno.
Uno de los conceptos erróneos acerca de India es la percepción de que es una nación predominantemente pobre. Sin embargo, como observó Zapata, al examinar los datos con mayor detenimiento, se puede observar que India ya ha superado a Francia, posicionándose como la quinta economía más poderosa del mundo, mientras que Italia ha caído de este ranking por el momento.
Shifting gears, otro aspecto que influye positivamente en el crecimiento de estas naciones es la emergencia de una clase media robusta. «Esta clase es la que contribuye significativamente a la economía de un país mediante su gasto», argumentó el experto. En efecto, los datos respaldan esto: se estima que el 53% de la población china pertenece a la clase media, lo que equivale aproximadamente a 693 millones de personas, mientras que en India, la cifra se sitúa en alrededor de 450 millones. En contraste, en América Latina, Uruguay sobresale con un 27% de su población en la clase media.
Este avance económico disfrutado por los ciudadanos de China e India también les brinda la capacidad de aspirar a otros objetivos, como la promoción del turismo. «Al llegar a Madrid, por ejemplo, encontramos anuncios en chino y dispositivos que permiten calentar agua para hacer té en diversas tiendas», mencionó el experto. En 2024, se estima que alrededor de 140 millones de ciudadanos chinos viajaron al extranjero por motivos turísticos, con cifras adicionales que incluyeron 50 millones de turistas chinos en Rusia.
Para el historiador, estamos viviendo en lo que él define como el ‘siglo de Asia-Pacífico’, especialmente considerando que la eventual reunificación de Corea tendría un impacto significativo en la geopolítica, dando paso a una nación unificada que podría posicionarse como una potencia económica y militar considerable.