En su último informe a los Chaves sobre la legislación de jubilación en calidad de candidato



San José, 5 de mayo (). En la reciente entrega de su informe de labores ante la Asamblea Legislativa, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se apartó del formalismo institucional típico y optó por emitir un mensaje político que fue directo, confrontacional y profundo. Este enfoque señala un cambio significativo en la forma en que se comunica con la ciudadanía, eludiendo la típica retórica administrativista para hablar como un líder de un movimiento que, en sus propias palabras, apenas inicia su andadura.
Durante un discurso que se extendió por 85 minutos, Chaves no solo defendió su gestión, sino que también desafió a otros poderes del estado. A los ciudadanos les transmitió un mensaje que muchos interpretaron como un llamado a la confianza en un proyecto de transformación del modelo institucional y político de Costa Rica. Aunque no solicitó respaldo para un aspecto específico de su agenda, su mensaje fue claro: “El cambio necesita 38 delegados”.
Lejos de cubrir la responsabilidad técnica que suele acompañar a este tipo de presentaciones, su discurso se articuló de manera casi manifiesta. Chaves reafirmó un estilo de liderazgo que se presenta como disruptivo; está en continua lucha y es refractario a las formas tradicionales de poder, además de mostrar un aguda conciencia de su narrativa política.
Él dice adiós como candidato
Aunque la constitución política de Costa Rica prohíbe la reelección inmediata, el presidente Rodrigo Chaves parecía dirigirse al país como si el ciclo electoral estuviese ya en marcha. Su tono fue muy diferente al utilizado por otros líderes que realizaron balances de sus gestiones; Chaves trazó una narrativa centrada en el cambio. A su juicio, su gobierno es el catalizador de una de las «transformaciones democráticas más grandes y hermosas de nuestra historia reciente», en un claro contrasentido con las instituciones tradicionales que él calificó como obstáculos que es necesario superar.
«Necesitamos cambiar porque el modelo de nuestra institucionalidad ha llegado a su fin», afirmó, una declaración que resume su visión del estado y la estrategia política que persigue, ya que se posiciona dentro de un proceso que no concluye con su mandato actual, sino que se proyecta hacia el futuro.
La referencia al simbolismo del jaguar, el emblema recurrente de su administración, no dejó de ser significativa. «Aquí había un jaguar que no se rindió», comparó la resistencia de su gobierno ante la adversidad con la fuerza de este imponente animal.
El imaginario político que Chaves construye posiciona su figura como ese fiero jaguar que desafía al poder establecido, que incomoda a la élite, y que no se rinde, aun cuando la oposición se hace sentir.
Economía
Uno de los ejes centrales de su discurso fue la economía. Chaves indicó que su administración había conseguido mejoras significativas en indicadores cruciales, tales como el desempleo, la pobreza, la inflación y el crecimiento económico. Aunque no presentó cifras exactas en su discurso, los seis videos proyectados durante la presentación destacaron estos logros, y el informe escrito distribuido en la reunión lo profundizó efectivamente.
Reducción de pobreza y desempleo
Según el informe oficial, la pobreza en Costa Rica disminuyó del 23% en 2021 al 19% en 2024. Aunque se trata de una cifra positiva, es importante abordarla con cautela. Parte de esta mejora se atribuye a la recuperación post-pandemia de COVID-19 y a la reactivación de sectores como el turismo, que ha vuelto a niveles previos a la crisis. Asimismo, se llevaron a cabo programas de transferencia directa centrados en el bienestar social que tuvieron un impacto notable en los hogares más vulnerables.
En cuanto al desempleo, el gobierno sostiene que este se ha reducido a menos del 9%, un logro que contrasta con los históricos números de dos dígitos registrados durante gran parte de la década pasada. Sin embargo, economistas advierten que la calidad del empleo sigue siendo un punto crítico; la informalidad y la precariedad laboral afectan a casi la mitad de la población activa, limitando así el impacto real en la mejora del ingreso familiar.
Estabilidad fiscal y baja inflación
El presidente enfatizó el control alcanzado sobre la inflación, logrando mantenerla por debajo del 3% anual, un hecho que resalta en el contexto latinoamericano actual. Esta estabilidad ha sido favorecida por una política monetaria adecuada del Banco Central, la ausencia de presión internacional sobre los precios y medidas para contener el gasto público.
Chaves también destacó los avances en sostenibilidad fiscal. Su administración ha mantenido una disciplina que ha sido bien recibida en las evaluaciones por agencias de calificación como Moody’s y organizaciones como el FMI y el Banco Mundial. Si bien la deuda pública permanece elevada, ha dejado de ser incontrolable, comenzando a estabilizarse en torno al 65% del PIB, de acuerdo con datos del Ministerio de Finanzas.
Crecimiento económico
En cuanto al crecimiento, el gobierno proyecta un incremento del PIB del 3.8% para el 2024. Sin embargo, este crecimiento ha sido geográficamente desigual y no se ha distribuido de manera homogénea en todas las regiones del país.
¿Un modelo exitoso o exclusivo?
A pesar de que los datos macroeconómicos son alentadores, persiste una brecha entre estos y la percepción de la población. Los sectores marginales, tanto rurales como urbanos, informan que la mejora no se ha traducido en una mejora tangible en sus condiciones de vida. Chaves, en respuesta a esto, insistió en que «aquellos que ahora protestan de los ricos no son los pobres», un intento de posicionar a su administración como el defensor del pueblo contra la élite económica.
Contraste con el problema de seguridad
La seguridad ciudadana también fue un tema destacado en su discurso. Chaves indicó que su gobierno había logrado reducir «varios crímenes contra la propiedad», aunque evitó dar cifras sobre el crimen organizado o los homicidios dolosos, que han aumentado considerablemente en los últimos años, alcanzando cifras récord.
Seguridad en centros urbanos
El informe señala una disminución del 8% en robos a domicilios y del 10% en robos en tiendas, en base a datos de la Agencia de Investigación Judicial (OIJ). Este progreso se atribuye a una mayor vigilancia preventiva, el uso de tecnología en las salas de control y una mejor coordinación entre las diferentes instituciones de seguridad y la policía municipal.
Asimismo, se reportaron mejoras en los tiempos de respuesta y cobertura en áreas consideradas de riesgo, gracias a la apertura de nuevas comisarías y la redistribución del personal policial. Chaves hizo hincapié en la inversión en infraestructura y equipamiento, que incluye más patrullas, radios y uniformes para los efectivos policiales.
Crimen organizado: el gran desafío pendiente
A pesar de estos logros, el crimen organizado continúa siendo uno de los mayores desafíos para la seguridad pública. Costa Rica cerró el 2024 con 812 homicidios, una de las cifras más altas en su historia reciente, la mayoría de ellos vinculados a disputas entre organizaciones narcotraficantes por el control de rutas de tráfico.
Aunque el gobierno ha implementado acciones como «Costa Rica Segura», los analistas coinciden en que el fenómeno requiere respuestas más profundas, que incluyan reformas judiciales y fortalecimiento de la fiscalía, así como la cooperación internacional y estrategias de prevención social en comunidades vulnerables.
No obstante, Chaves optó por centrar su discurso en los avances y criticó a aquellos sectores que esperaban una postura más contundente sobre los delitos violentos. Esta omisión fue interpretada como una estrategia para evitar asumir responsabilidades en un tema tan sensible para la ciudadanía.
Salud
En el ámbito de la salud, Chaves subrayó sus esfuerzos por modernizar el Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que describió como una institución estancada. Sin embargo, esta afirmación ha sido cuestionada tanto por sindicatos como por expertos del sector y opositores. Rodrigo Arias Sánchez, presidente de la Asamblea Legislativa, denunció el aumento en las listas de espera y mencionó que, en promedio, siete personas mueren al día esperando atención especializada.
Tecnología y digitalización
El informe también se enfatizó en los avances en la digitalización de los archivos médicos, lo que ha permitido reducir las listas de espera para procedimientos ambulatorios y equipado a hospitales regionales con nueva tecnología. La implementación de la teleconsultación y las mejoras en la atención en algunas áreas de salud fueron presentadas como ejemplos de eficacia. No obstante, evitó hacer referencia a problemas estructurales que afectan al CCSS, como el déficit actuarial de su régimen de pensiones y los conflictos laborales dentro de la institución.
Ataque a los sectores sindicales
Durante su gestión, uno de los episodios más tensos en el sector salud fue su confrontación con los sindicatos, quienes criticaron los recortes presupuestarios y una administración que perciben como autoritaria y carente de diálogo. En su discurso, Chaves no abordó estas controversias, prefiriendo enfocarse en los aspectos positivos.
Su estilo de liderazgo, directo y sin concesiones, ha sido celebrado por quienes creen en su capacidad de gestionar eficazmente, aunque también ha recibido críticas de sectores que claman por una mayor inclusión y transparencia en la toma de decisiones del área de salud.
Reforma estatal
Saliendo de lo sectorial, el discurso de Rodrigo Chaves giró en torno a la idea de la imperante necesidad de una transformación estructural del estado costarricense. “No debemos salvar a las instituciones; es al revés; debemos salvar a las personas del abuso de quienes capturaron nuestras instituciones”, indicó. Sin embargo, su propuesta careció de detalles específicos; no se aclaró si esta transformación implicaría reformas a la constitución, recortes en la burocracia estatal, cambios en el poder judicial o una reconfiguración del sistema electoral.
Lo indiscutible es que sus críticas estaban dirigidas hacia el poder judicial, el Congreso y la Contraloría General de la República, a quienes responsabilizó de las obstrucciones a su administración. Estas afirmaciones generaron debates acerca del respeto por la separación de poderes, un principio clave en el marco democrático de Costa Rica.
Punto de partida después de las próximas elecciones
El tono del discurso deja planteada una pregunta crucial: ¿se trató del cierre de un ciclo presidencial o del inicio de una nueva fase política? Si bien Chaves no puede postularse nuevamente, su relevancia política está lejos de desvanecerse. Su llamado a formar una mayoría legislativa de 38 representantes se interpreta como un movimiento estratégico para consolidar un nuevo poder parlamentario, especialmente a la luz de las próximas elecciones de 2026. De alcanzar su objetivo, su influencia podría perdurar más allá de su mandato.
Su estilo confrontacional, su habilidad para conectarse con sectores populares y su narrativa de «romper con las élites» le han proporcionado una base sólida de apoyo. La interrogante que persiste es si dicha base permanecerá firme sin la figura del presidente llevando la carga electoral, y si será suficiente para sostener el proyecto de transformación que él promueve.
Campaña electoral confrontativa
Rodrigo Chaves no ofreció un informe tradicional; brindó un discurso que se asemeja a una campaña electoral, lleno de confrontación y legado político. Reivindicó los logros alcanzados, criticó las instituciones y solicitó el apoyo de la ciudadanía, presentándose como el abanderado de un cambio estructural.
En sus palabras, su administración no se ha rendido ni se ha sometido a la élite. Sin embargo, su gobierno está caracterizado por las tensiones con otros poderes, una economía que muestra señales de recuperación, desafíos en curso en seguridad y salud, y a menudo, sin soluciones estructurales claras.
A un año de las elecciones, el «Jaguar» político no se despide: hay rugidos, desafíos y demandas. Queda la pregunta sobre si la ciudadanía responderá al llamado de Chaves con esos 38 delegados, o si el sistema institucional que él mismo critica por ser obsoleto mantendrá los límites y lo marginará de su búsqueda de cambio.