El tribunal de paz de Colombia asigna crímenes de guerra a los líderes del ex FARC

Bogotá, 7 de mayo (Sputnik) .- Este miércoles, la jurisdicción especial por la paz (JEP) tomó acciones significativas al procesar a cinco ex comandantes del Bloque del Caribe (BCAR) perteneciente a la extinta organización FARC-EP. Se les acusa de haber llevado a cabo 827 secuestros, lo que representa graves violaciones a los derechos humanos y a las leyes internacionales.
El tribunal anunció: «La sala de reconocimiento de la verdad JEP establece la responsabilidad de cinco ex miembros del Bloque del Caribe (BCAR) del extinto FARC al sancionar el secuestro de diversas víctimas en los departamentos de Magdalena, Cesar, La Guajira, Sucre, Bolívar, y en la ciudad de Barranquilla (Norte)». Este fallo es parte del denominado «Caso 01», que se centra en investigar los delitos perpetrados por los grupos guerrilleros en Colombia.
Los ex comandantes acusados son Abelardo Colorado, mejor conocido como «Solís Almeida», Osmany Landero, quien usaba el alias de «Hernando González», Gilberto de Jesús Giraldo, también conocido como «Aldemar Altamiranda», Luis Cuadras Solórzano, que se hacía llamar «Leonardo Guerra», y Uriedo, cuyo nombre de guerra es «Manuel Ortiz». Cada uno de ellos debe responder por múltiples delitos, incluyendo secuestro, homicidio, tortura, trato cruel, violencia sexual, desaparición y desplazamiento forzado, entre otros.
La magistrada Julieta Lemaitre Ripoll, presidenta de la sala, declaró que «este panel ha determinado que los implicados tenían la capacidad de ordenar, decidir y controlar sus estructuras, y que su papel fue decisivo para ejecutar la política de secuestro que la estructura guerrillera ordenó en el país». Es importante resaltar que el tribunal considera que los crímenes cometidos poseen tal grado de severidad que no son susceptibles de amnistía y son excluidos del perdón judicial.
La JEP identificó tres patrones subyacentes en la ejecución de los secuestros: el financiamiento de la organización, el control territorial y social que ejercían, y el intercambio de prisioneros. También se documentó que el Bloque del Caribe había operado entre 1982 y 2016 en diversas subregiones, como la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, así como en Montes de María y La Mojana, donde establecieron al menos 49 puntos de control ilegales.
La mayoría de las víctimas de estos secuestros no contaban con la capacidad económica para pagar rescates y fueron liberadas solo después de que los secuestradores extorsionaran sumas que iban desde uno hasta cinco millones de pesos. «Este bloque fue uno de los que más abusos de extorsión llevó a cabo. El Gremio de Ganado enfrentó un estigma considerable y fue procesado de manera agresiva cuando se negaron a cumplir con los pagos», añadió la magistrada.
Entre las víctimas se encuentran personalidades prominentes, como Consuelo «La Cacica» Araújo, quien fue asesinada tras su secuestro en 2001, y el ex canciller Fernando Araújo Perdomo, que estuvo cautivo durante seis años hasta que logró escapar en 2006. La JEP también ha señalado que la guerrilla utilizó el secuestro como una herramienta de presión política y una forma de ejercer castigo social, lo que resalta la gravedad de la situación en Colombia durante el período de conflicto armado. (Sputnik)