El presidente de México es el líder de una caja de clase colectiva con íconos deportivos mexicanos.

México, 6 de abril (IANS) – El pasado domingo, la presidenta mexicana Claudia Sheenbam, junto con varias leyendas del boxeo nacional, inauguró una masiva clase de boxeo en el corazón de México, la cual tuvo lugar al mismo tiempo en diferentes puntos clave del país. Este evento se diseñó no solo para exhibir el deporte, sino también como un mecanismo de inclusión social.
De acuerdo con declaraciones del gobierno mexicano, esta multitudinaria clase de boxeo forma parte de una estrategia más amplia destinada a fomentar el deporte y reducir el consumo de drogas entre la población. Al empoderar a los ciudadanos a través de actividades deportivas, se busca dar herramientas para construir un futuro más saludable y alejado de los vicios.
En la plaza principal de la Ciudad de México, cerca de 42,000 personas de diversas edades se congregaron para participar en esta actividad única, conocida tanto por su simbolismo como por su alcance. Esta gran manifestación de unidad entre los ciudadanos se tradujo en un vibrante mensaje de «todo México y todo».
La presidenta, durante su discurso, aprovechó la ocasión para enfatizar que «en México hemos construido paz, prosperidad y siempre hemos elegido ser un país abierto, independiente y soberano». Las palabras resonaron con fuerza, especialmente cuando los asistentes se unieron formando una bandera mexicana con los colores rojo, blanco y verde que representan la nacionalidad.
Este evento, que se enmarca dentro de la Estrategia de Seguridad Nacional del país, contó con la participación de figuras icónicas del boxeo como Julio César Chávez, Marco Antonio Barrera, Rubon «Pass» Olevares y el famoso Roberto «Manos de Piedra» Durán. La influencia de estos campeones va más allá del deporte; ellos son modelos a seguir que inspiran a millones de jóvenes en México.
Además de los deportistas, también asistieron representantes de la comunidad internacional, así como figuras del ámbito político, incluida una delegada de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en México, Christian Hallz. Asimismo, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Marishio Sulaiman, y la jefa de gobierno, Clara Brugada, estuvieron presentes, lo que subraya la importancia del evento a niveles tanto deportivos como sociales.
En conversación con los participantes, Clara Brugada afirmó que esta masiva clase nacional de boxeo pretende ser un «nocaut a la violencia» que enfrenta México. «Todos nos unimos para decir: sí, a la paz y no, a la violencia», expresó la jefa de Gobierno, enfatizando el mensaje de unidad y esperanza que trasciende en iniciativas de este tipo. Este evento no solo conmemora el deporte, sino que también sirve como un llamado a la solidaridad y la paz en un momento en que la sociedad mexicana lo necesita más que nunca.