El ministro de defensa israelí proclama la intensificación de los combates en toda la franja de Gaza

Tel Aviv, ABR Sputnik) .- En un anuncio que ha captado la atención de los medios internacionales, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró este sábado su intención de expandir las operaciones militares en toda la Franja de Gaza. Este movimiento ha despertado una serie de inquietudes tanto a nivel local como global respecto a las implicaciones para los residentes de la región y la duración del conflicto bélico.
Katz enfatizó que «en el futuro cercano, las actividades del ejército israelí (FDI) se expandirán significativamente» y se refirió a las áreas conflictivas de Gaza, haciendo un llamado a los residentes de las comunidades en riesgo para que evacuaran las regiones de combate. Estas palabras han elevado las tensiones, generando temores sobre el impacto humanitario de una posible intensificación del conflicto.
Durante su declaración, el ministro también expresó que ha llegado el momento de llevar a cabo una «revuelta» mediante la expulsión de Hamas y la liberación de los rehenes israelíes. Este enfoque, según Katz, es la única vía para poner fin a lo que ha sido un conflicto prolongado y devastador para ambas partes. La decisión de Katz se produce en un momento crítico, marcado por una escalada de acciones militares en la región.
Por otro lado, el ejército israelí ha tomado el control del cruce de Morah, ubicado en el sur de la Franja de Gaza. Esta acción estratégica ha permitido establecer un área de seguridad que se extiende desde la frontera del enclave hasta la ciudad de Jan Yunis, y que abarca completamente la ciudad de Rafah. Esta militarización de la frontera está creando más incertidumbre sobre la situación en Gaza y el bienestar de su población.
La reanudación de ataques aéreos por parte de Israel en la noche del 17 al 18 de marzo ha sido otra señal alarmante. Según las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, esta decisión se atribuye a la negativa de Hamas a aceptar un plan de paz patrocinado por Estados Unidos que incluía un alto el fuego y la liberación de rehenes. En el marco de este plan, se había planteado un alto el fuego entre el 19 de enero y el 1 de marzo, el cual, aunque permitió la liberación de algunos rehenes, no pudo sostenerse debido a la falta de acuerdo entre las partes.
Durante ese período temporal, se registraron 30 rehenes liberados por grupos palestinos, mientras que Israel también había acordado liberar a aproximadamente 1700 prisioneros palestinos. Sin embargo, después de la suspensión del alto el fuego, persisten los esfuerzos de mediación para retomar las negociaciones en busca de una solución duradera para el conflicto.
A pesar de estos esfuerzos, las condiciones humanitarias dentro de Gaza continúan deteriorándose. Israel ha interrumpido el suministro de electricidad a la planta de desalinización y restringido el acceso de camiones de ayuda humanitaria, lo que ha exacerbado la crisis en el enclave. Actualmente, Hamas aún mantiene a 59 rehenes en la Franja de Gaza, con la mitad de ellos no siendo oficialmente contabilizados. La situación continua siendo crítica, y el llamado a la paz se vuelve cada día más urgente.