El gobierno de Costa Rica ha concedido refugio a 16 ciudadanos chinos.

SAN JOSÉ, ABR (ELPAÍS.CR) – Un grupo compuesto por aproximadamente 100 migrantes que han sido deportados hacia Costa Rica desde Estados Unidos, ha comenzado a observar con interés la reciente decisión tomada por el gobierno costarricense. Esta determinación tiene relevantes implicaciones, ya que podría otorgar estatus de solicitantes de refugio a 16 ciudadanos de origen chino, quienes comparten circunstancias similares, lo que podría establecer un precedente importante para el futuro de su propio estado migratorio.
Los migrantes beneficiarios, quienes provienen de un grupo diverso que incluye ciudadanos asiáticos, africanos y europeos que actualmente residen en Costa Rica, han sido dotados de una tarjeta de identificación emitida por la Dirección General de Migración y Extranjeros (DGME). Este documento les ofrece la oportunidad de trabajar legalmente en el país mientras su situación se encuentra en proceso de evaluación.
La implementación de esta medida se produce en medio de críticas contundentes dirigidas hacia el gobierno por parte de diversas organizaciones de derechos humanos, así como de representantes de la oposición política. Se han expuesto abiertamente las condiciones poco adecuadas que enfrentan los migrantes en el Centro de Atención Temporal para Migrantes (Catem), ubicado en la zona sur del país, destacando una serie de problemáticas que afectan su bienestar.
Entre los problemas denunciados se enumeran las graves repercusiones para la salud física y mental de los migrantes, la falta de claridad respecto a su situación legal, la ausencia de documentación necesaria y el temor palpable de regresar a sus países de origen, donde podrían enfrentar situaciones de riesgo.
Desde el pasado mes de febrero, aproximadamente 200 migrantes deportados desde Estados Unidos han llegado a Costa Rica. De este grupo, 84 ya han regresado a sus respectivos países, mientras que seis han decidido abandonar voluntariamente el Catem. En la actualidad, 94 de estos migrantes aún se encuentran en el refugio, a la espera de una resolución sobre su situación migratoria. Las autoridades de inmigración han afirmado su compromiso de ofrecer orientación a los solicitantes de refugio, con el objetivo de facilitar su integración de manera armoniosa y asegurando el respeto de los derechos humanos.
Este grupo de migrantes representa la primera instancia en formalizar una solicitud para permanecer en el país, lo que podría marcar un cambio significativo en las políticas migratorias de Costa Rica, así como de otros países en la región, en la luz de los desafíos contemporáneos que enfrentan los migrantes.
Mientras tanto, otros migrantes deportados al país permanecen a la espera de que esta reciente decisión del gobierno allane el camino para regularizar su situación migratoria y mejorar su calidad de vida en un nuevo entorno.