Cuestionan la imparcialidad del gobierno y la justicia de Panamán – Actualidad cr
Ciudad de Panamá, 1 de agosto (Latin Press) El trato desigual a los líderes sindicales como Saul Méndez (sector de la construcción) y el ex presidente panamés Ricardo Martinelli (2009-2014), ambos asilo político, es hoy de controversos sobre la imparcialidad de la justicia.
En su habitual columna «Sabrinaless Sabrina del periódico de La Prensa, la comunicadora Sabrina Bacal cuestionó que, mientras que para el ejecutivo, Méndez- sin ser juzgado primero, y que llegó como anelil a un tercer país, probablemente Venezuela es un Fugit internacional. Esté en el porche, en el antiguo Fugia;
En su artículo «de hombres, refugiados y advertencias», el analista también cuestionó que solo en el primer caso se emitió una advertencia de Interpol para su captura, mientras que el ex presidente está tranquilo en el país de Negranadino.
En su opinión, además de la dinamitación de la pequeña incidencia de separación de poderes restantes, el presidente de la República, José Raúl Mulino, mostró la doble vara del gobierno contra Méndez y Martinelli.
«A diferencia de Méndez, Martinelli era firme. Él enfatizó.
El periodista también recordó que el popular escritor del cantante Rubén criticó las páginas que Méndez había transmitido una alerta roja Martinelli No.
Sin embargo, señala que no tenía un detalle importante: cuando el ex presidente se preparó para su supuesto viaje a Nicaragua, el director de policía (Jaime Fernández) anunció sospechosamente que había una advertencia roja y luego acusó nuevamente.
La declaración inicial le dio a Martinelli la excusa perfecta para exigir un plan para matarlo y obtener un mejor país de escape. La amenaza fantasma de la advertencia finalmente lo ayudó, agregó.
La aplicación o no en una advertencia roja depende de cada país y de cada caso. En Colombia, el estado de asilo protege a Martinelli. En el caso de Méndez, aunque la advertencia está activa, el propio abogado (Luis Gómez) reconoció que Venezuela rara vez se extraditó, aún menos a sus aliados ideológicos, indica el texto.
Pero aquí la advertencia correcta es otra, exactamente; «Un gobierno que trata con varios casos que tienen acuerdos. La agresividad contra Méndez contrasta con la ambigüedad e incluso el silencio cómplice hacia Martinelli.
Bacal concluye que estas dobles moral no proyectan fuerza, sino debilidad. Porque el poder no se ejerce para ver quién es el más masculino, y menos que la competencia de Bravucón tiene lugar a expensas del estado de derecho.
