Costa Rica selecciona el Acuerdo de la OIT 190 sobre violencia y acoso en el trabajo bien – Actualidad cr

San José, 21 de agosto (). – La reunión legislativa aprobada el miércoles, en el segundo debate, Acuerdo 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo laboral, una norma internacional que se ha convertido en una referencia global en los derechos humanos y laborales.
Con 31 votos a favor, 8 y 8 exhibiciones, la compensación legislativa dio luz verde a un instrumento incluido en la corriente legislativa en junio de 2021, y que Costa Rica adoptó siete años después de la aprobación de la OIT en el centenario de la organización en 2019.
Compromiso internacional con la violencia laboral
Acuerdo 190 estados de que los estados deben ocurrir todas las formas de violencia y acoso en el trabajo, sancionar y erradicar, ser físicos, psicológicos, sexuales o económicos, e independientemente del espacio en el que se lleva a cabo: desde los centros de trabajo hasta los desplazamientos, actos sociales relacionados con la actividad laboral, contando o incluso en el hogar, en algunos casos.
El texto aprobado enfatiza que cada estado miembro está llamado a garantizar los principios y derechos fundamentales en el trabajo: libertad de asociación, negociación colectiva, abolición del trabajo forzado e infantil, y eliminar la discriminación en el empleo, con el fin de promover el trabajo decente y seguro.
La segunda cámara de la Corte Suprema de Justicia ya ha definido en la Resolución 212-2017 que el acoso en el lugar de trabajo forma un comportamiento sistemático de acoso entre colegas o jerarquías para dañar a la víctima y cancelar su capacidad laboral.
Votos en el Congreso y sindicalismo
El diputado Rocío Alfaro, del Frent Amplio, describió la aprobación como «un hecho histórico» para la clase trabajadora del país.
«Todos sabemos que el acoso en el lugar de trabajo se ha convertido en una vida diaria que cambia la salud física y mental, lo que viola los derechos laborales y afecta a las mujeres con un cruel especial. Este acuerdo honra el compromiso del país con los derechos humanos», dijo.
Del movimiento de la Unión, la reacción fue ampliamente positiva. Martha Rodríguez, subsecretario subsecretario de la Unión Nacional de Empleados de la caja y el Seguro Social (UNDECA), considere la ratificación como un progreso histórico:
«Su aprobación es una deuda que el país ha tenido con la clase trabajadora. Este acuerdo es una pantalla de protección para hombres y mujeres, y un paso importante en la defensa de los derechos humanos».
Fanny Sequeira, Secretaria General de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum (CTRN), enfatiza la importancia de este tratado el primero en reconocer explícitamente el derecho a un mundo laboral libre de violencia y acoso.
«Ahora necesitamos fortalecer los esfuerzos, las alianzas y ocurrencias sociales para garantizar que el estado cumpla con esta obligación, especialmente con las mujeres trabajadoras que son las víctimas más importantes de este comportamiento», dijo.
Un debate de fondo
La Convención 190 fue aprobada en 2019 en la Conferencia Internacional del Trabajo con 439 votos a favor, 7 y 30 exhibiciones. En ese momento, el sector empresarial de Costa Rica votó en contra de la iniciativa.
A nivel internacional, 49 países ya han ratificado este tratado, incluidos países de América Latina como Argentina, México, Uruguay, Perú, Panamá, El Salvador y Ecuador, así como otros de Europa, África y Asia, incluidas España, Francia, Italia, África del Sur, Nigeria y Canadá.
Un desafío para el país
La ratificación de este Acuerdo no solo implica un reconocimiento legal, sino también la obligación de diseñar políticas públicas, mecanismos de prevención, rutas de condena y sanciones efectivas para el comportamiento de la violencia y el acoso en el lugar de trabajo.
La expectativa de sindicatos, organizaciones sociales y especialistas en derecho laboral es que este progreso normativo conduce a cambios concretos en la cultura organizacional, lo que reduce la impunidad contra el acoso y fortalece la protección de los trabajadores más vulnerables.
Con esta decisión, Costa Rica se suma al grupo de países que elevaron el estándar internacional en términos de justicia laboral y derechos humanos, lo que pone la dignidad y la seguridad de las personas en el trabajo en el centro.