Cerca de 800 millones de ciberataques a Costa Rica en 2023


San José, 12 de mayo () .- En el contexto actual, donde ocurre un ataque cibernético cada 39 segundos, Costa Rica se ha convertido en un objetivo repetidamente atacado dentro de América Latina.
En el año 2023, el país reportó alrededor de 882 millones de ataques cibernéticos. Esta cifra es terriblemente alarmante y evidencian la inmediata necesidad de mejorar la infraestructura de ciberseguridad en el país.
Una advertencia al respecto provino de una declaración emitida por la Facultad de Periodistas y Profesionales en Ciencias de la Comunicación Colectiva (COLPER), contando con el respaldo de figuras relevantes de la firma internacional Fortinet.
Este preocupante estado de cosas fue el foco central del Día técnico de seguridad cibernética, que se llevó a cabo el lunes en el auditorio del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), ubicado en San José.
Las repercusiones de ataques pasados
Las amenazas cibernéticas no son un fenómeno nuevo para la población costarricense. En el año 2022, el país fue blanco de dos ataques notorios. El primero, llevado a cabo por el grupo de ransomware Conti, afectó la Tesorería, provocando la paralización de servicios esenciales relacionados con la declaración y el pago de impuestos.
A continuación, un segundo ataque comprometió los sistemas del Fondo de Seguridad Social Costarricense (CCSS), lo que ocasionó serias interrupciones en el servicio de gestión de archivos digitales, vital para el sistema de atención médica nacional.
La magnitud de estos escándalos cibernéticos llevó al gobierno a emitir, en mayo de 2022, una Declaración nacional de emergencia en materia de seguridad cibernética. Este fue un paso sin precedentes en la región que permitió activar protocolos especiales y movilizar recursos destinados a contener daños y fortalecer la respuesta ante incidentes cibernéticos.
Una colaboración multisectorial
El Día técnico de seguridad cibernética, organizado por la CFIA, COLPER, y la asociación de abogados de Costa Rica, tuvo como objetivo coordinar una respuesta interdisciplinaria ante una amenaza que no reconoce fronteras, sectores ni niveles tecnológicos.
El panel se compuso de personajes clave como Johanna Obito, diputada de la República; Gezer Molina, director de la Dirección Nacional de Ciberseguridad; Alonso Ramírez, coordinador de la Comisión de Ciberseguridad de la Cámara de Infocomunicación y Tecnología de Costa Rica; el consultor Hernando Segura, y el especialista Vladimir Sequira, quienes también ofrecieron un diagnóstico técnico sobre la situación actual del país. La moderación estuvo a cargo de la periodista Silvia Castillo.
Durante este evento, los especialistas coincidieron en que el país debería transitar hacia una cultura firme de seguridad cibernética, que se apoye en la prevención, el monitoreo continuo y la educación en todos los niveles.
Recomendaciones urgentes para la ciberseguridad
Uno de los resultados más destacados de dicha reunión fue la elaboración de un conjunto de recomendaciones específicas para las instituciones tanto públicas como privadas. Entre ellas se incluyen:
Diseñar e implementar estrategias de seguridad cibernética que se basen en riesgos identificables y específicos.
Establecer centros de operación de seguridad (SOC) de nueva generación que permitan la vigilancia constante de la infraestructura crítica.
Implementar planes de gestión que incluyan ejercicios utilizando escenarios realistas y simulaciones periódicas.
Asignar un porcentaje creciente dentro del presupuesto anual exclusivamente para la seguridad cibernética.
Proporcionar capacitación al personal de tecnología de la información (TI) en herramientas que se basen en inteligencia artificial y modelos de lenguaje avanzado.
Mejorar la implementación de inteligencia cibernética (CTI) para anticipar amenazas.
Adoptar arquitecturas de seguridad de confianza cero que exigen una validación continua del acceso a los sistemas.
Ajustar marcos internacionales como NIST CSF e ISO 27001 a las necesidades locales y sectoriales específicas.
La responsabilidad de la ciudadanía en ciberseguridad
Sin embargo, la responsabilidad de la protección digital no recae únicamente en el sector público o empresarial. El día también se dedicó a educar a los ciudadanos sobre prácticas digitales responsables, que son fundamentales para mitigar los riesgos en un entorno cada vez más interconectado.
Las recomendaciones más significativas para los usuarios particulares incluyen:
Habilitar la verificación multifactor en todas las aplicaciones, preferida a otras formas de identificación como el reconocimiento facial.
Ser cautelosos con llamadas urgentes de suponidos familiares y confirmar su identidad mediante videollamadas, ya que un cibercriminal raramente puede acceder a este tipo de verificación.
Deshabilitar servicios asociados con el número de teléfono al cambiar de línea móvil, especialmente en aplicaciones como Mobile Synthe.
Actualizar constantemente las aplicaciones, especialmente las bancarias, para protegerse contra vulnerabilidades.
Configurar alertas de seguridad en cuentas bancarias para recibir notificaciones en tiempo real acerca de transacciones y actividades sospechosas.
Evitar el uso de códigos OTP enviados por SMS, dado que esta técnica es susceptible a intercambios de SIM.
Identificación de fraudes: señales esenciales
El evento también proporcionó una guía rápida sobre cómo detectar posibles estafas digitales, que proliferan a través de correos electrónicos y mensajes de texto. Estas son algunas de las señales de alarma más comunes:
Presiones para actuar rápidamente.
Ofertas que parecen demasiado buenas para ser ciertas.
Solicitudes de información personal o códigos de verificación.
Requerimientos de pago en tarjetas de regalo.
Comunicaciones inesperadas de aplicaciones poco claras o sospechosas.
Ciberseguridad: una prioridad nacional
El reconocimiento entre los expertos fue unánime: Costa Rica necesita integrar la seguridad cibernética como una componente fundamental de su estrategia de seguridad nacional, no solo para salvaguardar la infraestructura crítica, sino también para fortalecer la confianza digital de su ciudadanía y su economía.
Tal como se resumió en la declaración de COLPER: «Los efectos de los ataques cibernéticos son variados y de distinta magnitud, pero cada uno causa un daño significativo. Las vulnerabilidades son reales y requieren atención interdisciplinaria urgente».
En un entorno donde los ataques cibernéticos son cada vez más frecuentes y sofisticados, Costa Rica se enfrenta a una encrucijada crítica. Las decisiones tomadas en este momento decidirán si el país logra robustecer su defensa digital o se convierta en un blanco fácil en un mundo interconectado y expuesto.