Celso Gamboa enfrentará de diez a 50 años de prisión en los Estados Unidos – Actualidad cr

SAN JOSÉ, 12 de julio (ELPAÍS.CR) – El ex magistrado de la Corte Suprema y ex ministro de seguridad pública de Costa Rica, Celso Gamboa Sánchez, enfrenta posiciones formales de tráfico internacional de drogas y conspiración en un tribunal federal de Texas, Estados Unidos.
Si es declarado culpable, podría ser sentenciado a una multa que, según la legislación estadounidense, varía entre diez años de prisión y cadena perpetua.
Sin embargo, en el caso de ser expuesto, la multa máxima sería de 50 años, de acuerdo con las leyes costarricenses.
La acusación fue presentada esta semana por un gran jurado del Distrito Este de Texas y publicada por una declaración oficial del fiscal federal Jay R. Combs.
El documento establece que Gamboa está acusado de participar en una red de tráfico de cocaína que funciona desde diferentes países, utilizando Costa Rica como punto de transporte para las drogas con el destino final en los Estados Unidos.
Según las autoridades estadounidenses, Gamboa habría tenido una conspiración para fabricar, distribuir y transportar importantes cantidades de cocaína, sabiendo que serían introducidos ilegalmente en el campo de los Estados Unidos para la comercialización.
La acusación también llega a Edwin Danny López Vega, también conocido como ‘cofre de rata’, quien fue arrestado en la misma operación y enfrenta cargos similares.
El arresto de Gamboa tuvo lugar en San José el lunes 23 de junio, de acuerdo con una solicitud provisional de detención emitida por la Justicia de los Estados Unidos.
La operación fue el resultado de una investigación conjunta entre la Administración para el Control de Drogas (DEA), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y el poder de ataque del norte de Texas, en el marco de la iniciativa del Departamento de Justicia, conocido como «Recover America»).
Esta estrategia busca romper las redes criminales transnacionales, detener el comercio de drogas y proteger a las comunidades estadounidenses de la violencia relacionada con el crimen organizado. En este contexto, las autoridades estadounidenses consideran que el caso de Gamboa es emblemático, debido a su perfil como un alto funcionario público de Costa Rican, quien, según la acusación, facilitó actividades ilegales desde su país de origen.
«El Sr. Gamboa fue Ministro de Seguridad Pública en 2014, de la cual tuvo que garantizar la prevención del delito entre 2016 y 2018, y el magistrado de la tercera cámara», recuerda la declaración oficial, que subraya la gravedad de las acusaciones, ya que es un alto nivel de figura pública.
La Oficina del Fiscal del Distrito Este indicó que, si se declara culpable, tanto Gamboa como López enfrentarán un mínimo de diez años de prisión y un castigo en la cadena eterna máxima en un centro de grupos federales.
Sin embargo, la extradición final de Gamboa implicaría el respeto por las condiciones impuestas por el estado costarricense, lo que prohíbe la imposición de sentencias de más de 50 años de prisión a sus ciudadanos.
La aplicación de extradición, que actualmente se encuentra en el proceso, puede ser la primera prueba práctica de la reforma constitucional aprobada por la Asamblea Legislativa en mayo, que es flexible a las condiciones para los nacionales que se extraditan en casos de tráfico organizado o de drogas, siempre que las restricciones de penalización establecidas por la legislación nacional sean respetadas.
Por el momento, tanto Gamboa como López permanecen bajo estrictas medidas de seguridad en Costa Rica, mientras que el proceso de extradición directa se resuelve.
La Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha brindado una importante asistencia legal en este caso, procesada por los fiscales federales adjuntos West Wynne y Christopher Eason.
A pesar de la gravedad de las posiciones, el fiscal estadounidense ha recordado que una acusación formal no es culpable.
«Todos los acusados son sospechosos inocentes hasta que su culpa se muestra sobre todo duda razonable ante un tribunal», subraya la declaración.
El caso de Celso Gamboa es un nuevo episodio en cooperación judicial entre Costa Rica y Estados Unidos en la lucha contra el tráfico de drogas y se pone las vulnerabilidades institucionales que pueden utilizar las redes penales internacionales.
La trayectoria de Gamboa, que ha ocupado puestos clave en el equipo de justicia y seguridad del país, agrega una dimensión política y ética a un caso que continuará desarrollándose en los tribunales nacionales e internacionales.