Ataques políticos y criminales no publicados que fueron asediados al poder judicial de Costa Rica – Actualidad cr

San José, 11 de junio (Elpaís.
Es sorprendente Quinto Informe Estado de JusticiaPreparado por el programa del Estado de la Nación, que documenta una doble ofensiva: del CEO de Rodrigo Chaves y de grupos criminales vinculados al tráfico de drogas y la violencia organizada.
El informe, que se considera uno de los estudios más serios y sistemáticos sobre el sistema legal costarricense, revela que estas agresiones han producido un escenario sin precedentes en la reciente historia política del país, caracterizado por una confrontación abierta que cuestionó los pilares del estado de derecho.
Un poder judicial bajo fuego político
Según el informe, desde el comienzo de la administración de Rodrigo Chaves, en mayo de 2022 ha habido un cambio radical en la relación entre el ejecutivo y el poder judicial. La investigación califica a esta ofensiva como una ‘anomalía’ sin historia en más de un siglo de vida democrática costarricense.
«Con la llegada de la administración de Chaves, se inauguró un nuevo estilo de liderazgo, caracterizado por el antagonismo como un método para obtener y mantener la iniciativa política», dice el documento.
Las críticas al presidente Chaves y sus asociados se dirigieron contra los importantes organismos judiciales y contra las figuras concretas del sistema de justicia y los acusaron de ser parte de una supuesta conspiración que incluye los medios de comunicación, las universidades y la oposición política. Esta narración fue respaldada sistemáticamente por las conferencias de prensa semanales del presidente y otras intervenciones públicas.
El informe enfatiza que el poder judicial Segundo actor más mencionado En estos espacios, solo detrás de la reunión legislativa. Lo preocupante es que todas las menciones analizadas son negativas, centradas en preguntas sobre el funcionamiento institucional, en resoluciones judiciales específicas o la integridad de los funcionarios.
Esta estrategia comunicativa se conoce como la ‘Fuerza Megáfono’, un mecanismo por el cual los líderes políticos establecen la cuenta pública para erosionar la legitimidad de los actores que consideran los obstáculos.
Según el informe, el resultado fue una mayor polarización, pérdida de confianza institucional y una reducción en el espacio para el diálogo democrático.
Acoso del crimen organizado
Al mismo tiempo, el poder judicial fue el objetivo de ataques violentos por parte de grupos criminales, en una escalada que refleja la disminución del orden público en el país.
El informe documenta hechos que eran impensables en Costa Rica hasta hace poco: Disparos con armas de calibre gruesas contra lugares judiciales En Batán y Pococí, el Asesinato de un oficial de OIJ en Guágiles y el Homicidio de un testigo contra los tribunales de Limóncuando iba a declarar en un proceso judicial.
Al menos Tres funcionarios del poder judicial Fueron víctimas de ataques en el período analizado por el informe. Estas agresiones obligaron a la institución a redirigir recursos importantes para garantizar la seguridad de su personal y sus instalaciones.
El fenómeno es particularmente alarmante porque combina la presión política del ejecutivo con la violencia ejercida por el crimen organizado en diferentes frentes que el organismo responsable de la administración de justicia, garantiza los derechos fundamentales e impunidad.
Impacto en la democracia costarricense
La confluencia de estos dos insultos tuvo consecuencias directas para la calidad democrática de Costa Rica, advierte el estudio. El Capítulo 3 del informe lo contiene claramente: «La persistencia, la intensidad y la variedad de estos ataques no han sido precedentes desde la llegada de la democracia liberal en la segunda mitad del siglo pasado».
Costa Rica, que tradicionalmente se considera un modelo regional en el campo de la institucionalidad democrática, ha comenzado a mostrar señales. Esto refleja indicadores internacionales como Índice de derecho del proyecto de justicia mundialdonde el país ha experimentado cascada sistemática en su puntaje de 2015 a 2024.
Aunque Costa Rica todavía se destaca por encima del promedio regional, la tendencia negativa es consistente y alarmante. El informe enfatiza que esta disminución coincide con el patrón observado en otros países latinoamericanos, como Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Venezuela y MéxicoDonde los gobiernos han subordinado al poder judicial como parte de los procesos de concentración de poder.
«Uno de los primeros objetivos de los líderes autocráticos es el control del poder judicial. Para esto, desarrollan estrategias de ataque para la legitimidad e independencia de los Cortes, por lo que la población no cree que sea necesario defender estas instituciones», advierte el informe.
Polarización y parálisis institucional
La confrontación entre el ejecutivo y el poder judicial no solo debilita la democracia costarricense, sino que también impide la solución de los problemas nacionales más importantes. El más urgente de ellos, según los ciudadanos, el La incertidumbre y la violencia vinculadas al tráfico de drogasque causó registros históricos de homicidio involuntario y una expansión del crimen organizado en todo el país.
Sin embargo, en lugar de promover una coordinación inter -institucional efectiva para enfrentar esta crisis, el conflicto entre poderes ha llevado a una dinámica de ataques y defensa, retroceso cruzado y barrera del presupuesto.
Uno de los episodios más controvertidos fue la marcha de protesta dirigida por el propio presidente Rodrigo en marzo de 2025 antes de la sede del Fiscal -General de la RepúblicaDonde exigió la renuncia del fiscal Carlo Díaz, liderando docenas de casos penales relacionados con el presidente y su círculo cercano. Esta acción sin precedentes se interpretó como una presión directa sobre el ministerio público y produjo una fuerte respuesta a nivel nacional e internacional.
Del mismo modo, el funcionario ejecutivo bloqueó iniciativas legales que el sistema de justicia afirmó enfrentar la crisis de seguridad, al tiempo que promueve los discursos que el poder judicial posee para el aumento de la violencia, sin proporcionar soluciones estructurales o fortalecer la cooperación institucional.
Persistencia de la confianza ciudadana
A pesar del clima de hostilidad y la erosión de su legitimidad, el poder judicial costarricense aún conserva un Nivel relativamente alto de confianza ciudadana En comparación con el resto de América Latina.
Según los datos de Latinobarómetro 2023Costa Rica fue uno de los tres países con mayor confianza en su sistema legal.
El informe enfatiza que un sector significativo de la población sigue siendo la apreciación positiva del Independencia judicialque constituye un capital institucional fundamental para resistir los ataques actuales.
Esta resistencia también fue posible gracias a la respuesta de otros actores en el sistema democrático, como la sala constitucional, que son decisiones importantes para Defender la libertad de prensa y Detener iniciativas ejecutivas quien violó los principios constitucionales. Algunos sectores del Congreso, la Academia y la Sociedad Civil también plantearon la voz en defensa de la independencia judicial como garantía del estado de derecho.
Riesgo de regresión democrática
En opinión de los investigadores de la Estado de justiciaRequiere el escenario actual de atención urgente y la acción determinada por parte de todos los sectores sociales y políticos para evitar una regresión institucional que pueda ser muy costosa para la democracia costarricense.
El informe concluye que «la combinación de ataques políticos y criminales contra el poder judicial crea un ambiente hostil que pone en peligro su función y pone en peligro la estabilidad democrática del país». Y aunque Costa Rica aún conserva las fortalezas institucionales, no se puede dar por sentado hasta que se promuevan las prácticas autoritarias que han debilitado a todas las demás democracias en la región.
El desafío, advierten, es reconstrucción de confianza institucionalReduzca la polarización y restaure una visión del estado donde la cooperación y el respeto por la separación de los poderes enfrentan los desafíos reales del país: violencia, desigualdad y debilidad estructural de muchas instituciones públicas.