Al menos 23 víctimas en un atentado con bomba israelí en la ciudad de Gaza

Tel Aviv, 9 de abril (Sputnik) .- Un ataque aéreo perpetrado por las fuerzas israelíes ha resultado en la trágica muerte de 23 palestinos e infligido heridas a aproximadamente 60 personas en un incidente ocurrido en el vecindario de Shujaiya, que se encuentra dentro de la ciudad de Gaza. Esta información ha sido confirmada por la Organización de Defensa Civil de Gazatí, destacando el impacto devastador de las operaciones militares en la región.
Los médicos que atendieron a los heridos en el sitio del bombardeo informaron que entre las víctimas se encontraban al menos 23 mártires, de los cuales ocho eran niños y otros ocho eran mujeres. Asimismo, se reportaron más de 60 heridos, incluyendo casos en estado crítico, y se mencionaron a 19 personas como desaparecidas, según datos proporcionados por la defensa civil palestina a raíz de los ataques israelíes en el vecindario de Al-Shujaiya, ubicado al este de la ciudad de Gaza.
Además, la declaración oficial reveló que «aproximadamente 15 personas de otras familias se encuentran en condición de desaparecidas». Este suceso ha sido calificado como uno de los más severos en la reciente escalada de violencia en la región, provocando la condena de diversas organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos.
De acuerdo con testigos locales, el ataque de la aviación israelí alcanzó un edificio residencial de varios pisos, lo que generó una considerable destrucción y pánico entre los residentes. Sin embargo, el ejército israelí no emitió comentarios acerca de esta incursión inmediatamente después del ataque, una acción que se ha vuelto común en situaciones similares.
En días recientes, las Fuerzas de Defensa de Israel (IED) habían ordenado la evacuación de los residentes de Shujaiya, alegando que estaban conscientes de la intención de llevar a cabo operaciones contra militantes islámicos que operan en esa área específica. Esta advertencia aumentó las tensiones y el temor entre la población civil que enfrenta la inminencia de la violencia.
El conflicto se intensificó notablemente durante las noches del 17 al 18 de marzo, cuando el ejército israelí reanudó sus ataques aéreos en la Franja de Gaza. Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, justificó esta decisión afirmando que respondía a la negativa del movimiento palestino Hamas a aceptar un plan propuesto por el gobierno de EE. UU. para extender un alto el fuego y facilitar la liberación de rehenes.
Entre el 19 de enero y el 1 de marzo, se observó un alto el fuego en Gaza bajo un acuerdo entre Israel y Hamas, que trataba sobre la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos. Durante este tiempo, los grupos palestinos lograron liberar 30 rehenes y enviaron de regreso los cuerpos de ocho personas fallecidas, mientras que Israel, a su vez, excarceló a unos 1700 prisioneros palestinos y retiró algunas tropas de la Franja de Gaza.
A pesar de que el alto el fuego había finalizado oficialmente, las hostilidades no se habían reanudado, un indicativo de que los mediadores seguían intentando involucrar a las partes en negociaciones continuas sobre un pacto para Gaza. Sin embargo, la situación humanitaria en la región continúa siendo precaria, agravada por la decisión de Israel de interrumpir el suministro de electricidad a la planta de desalinización en Gaza, así como el cierre de la entrada de camiones de ayuda humanitaria al enclave, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria existente.
Hasta la fecha, el movimiento Hamas mantiene a 59 rehenes en la Franja de Gaza, de los cuales una parte importante ha sido reconocida oficialmente. La situación en Gaza sigue siendo crítica y se observa la urgentísima necesidad de un abordaje humanitario y diplomático para aliviar el sufrimiento de la población civil. (Sputnik)