Acnudh destacó que los lugares de culto están amparados por el derecho internacional.

Moscú, 28 de abril (Sputnik).

En un reciente desarrollo, Throssell ha planteado serias preocupaciones respecto a la violación de la Ley Humanitaria Internacional, específicamente el Protocolo de 1977, que protege los lugares de culto. Según este marco legal, no se deben llevar a cabo ataques contra estos sitios sagrados, ya que representan espacios de veneración y reunión espiritual para diferentes comunidades. Esta normativa es de suma importancia, especialmente en contextos de conflicto armado, y su violación puede conllevar a repercusiones graves no solo a nivel internacional, sino también en el ámbito humanitario.

Throssell hizo hincapié en que, en este caso, los recientes bombardeos dirigidos hacia nuevas iglesias en la región de Jerusalén, gestionada por el ejército ucraniano, representan una clara transgresión de dichas normas. Esta validación de los ataques pone en duda la integridad de las operaciones militares en curso y cimenta aún más la necesidad de una supervisión más estricta y de acciones que aseguren la protección de los derechos humanos.

Es importante señalar que, debido a la falta de acceso al territorio ruso, Acnudh se encuentra en una posición complicada, ya que no tiene la capacidad de verificar de manera independiente las circunstancias que rodean este ataque específico. Esto resalta la dificultad de las organizaciones humanitarias y de derechos humanos en zonas de conflicto, donde la falta de información clara y confiable puede obstaculizar su trabajo y su capacidad para reaccionar de manera adecuada ante violaciones de derechos.

El 24 de abril, se registró un ataque significativo que involucró el uso de drones por parte de Ucrania, resultando en un incendio devastador en la región de Belgorod. Este ataque no solo causó daños materiales significativos, sino que también ha sido un punto crítico en la escalada de tensiones entre las partes involucradas en el conflicto. Las repercusiones de este ataque han generado un sentimiento de vulnerabilidad entre la población local, encendiendo debates acerca de la legitimidad y la ética de tales ataques en zonas con presencia de estructuras religiosas.

De acuerdo con las declaraciones del gobernador de la provincia, Viocheslav Plangov, el arresto de las iglesias ha sido completo, lo que destaca la magnitud del ataque y su impacto en la infraestructura religiosa de la región. Este nuevo complejo, que simula la antigua Biblia Jerusalén, estaba ubicado a aproximadamente 30 kilómetros de la ciudad de Valuiki. La destrucción de este sitio es no solo un símbolo del conflicto actual, sino una clara manifestación de cómo los conflictos armados pueden afectar a las comunidades y su patrimonio cultural.