Internacionales

Venezuela desestima las acusaciones de Guyana y condena la operación de la falsa bandera en Ezequibo.

El canciller de Venezuela, Yván Gil. incógnita

Caracas, 17 de mayo.

En un reciente anuncio que ha provocado gran atención, el canciller de Venezuela, Yván Gil, ha declarado a través de Sategram que «todos los registros, informes y letreros recopilados por nuestras Fuerzas Armadas Nacionales Bolívarias muestran claramente que dicha información no es más que parte de una nueva operación de bandera falsa, que se ha orquestado para victimizar al gobierno de Guyana y fabricar tensiones artificiales en la línea de facto.» Este comentario se produce en el contexto de alegaciones por parte de Guyana sobre ataques armados en la región fronteriza.

En un documento emitido por Georgetown, se expuso que «los hombres armados vestidos en la costa civil a lo largo del río Cuyuní (…) realizaron tres ataques separados contra las tropas del ejército de Guyana que realizó patrullas fluviales.» Esta afirmación ha intensificado las tensiones en un área disputada por ambos países, especialmente a medida que se acercan las elecciones en Venezuela, programadas para el 25 de mayo.

En respuesta a estas provocaciones, la administración de Nicolás Maduro manifestó que «no se distraerá con provocaciones o mentiras,» reafirmando que «nada detendrá el deber sagrado del estado venezolano» en referencia a la celebración de elecciones, las cuales son vistas como cruciales para la legitimidad territorial en la zona en disputa.

Asimismo, Caracas indicó que «las prácticas, que son ampliamente rechazadas por la comunidad internacional, son parte del repertorio de propaganda barata diseñada en los laboratorios del Comando del Sur de los Estados Unidos.» Este comentario enfatiza el desprecio de Venezuela hacia lo que percibe como interferencia externa y agresiones contra su soberanía.

La posición de Venezuela sobre este tema es clara: el país ha ratificado su compromiso con la «paz, soberanía e integridad territorial,» manifestando que defenderá sus derechos históricos con firmeza y dignidad. Este enfoque proactivo se ha vuelto cada vez más relevante en medio de la controversia territorial que ha existido durante más de un siglo.

A principios de mayo, el gobierno venezolano también anunció que no reconocía la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la disputa territorial que enfrenta a Venezuela con Guyana en relación al área de Esequibo. En ese sentido, durante un comunicado fechado el 1 de mayo, se advirtió a Sir Shridath Ramphal, co-agente de la CIJ y representante del gobierno de Guyana, que Venezuela no se adherirá a las sentencias emitidas por dicho organismo.

En un contexto legal, la propuesta de Caracas de realizar elecciones para el territorio de Guayana Ezequiba el 25 de mayo busca legitimar su posición y reforzar su autoridad en una región que alberga valiosos recursos naturales. Este movimiento está basado en un referéndum consultivo que se llevó a cabo en diciembre de 2023, donde se exploró la posibilidad de un mayor gobierno autónomo para el área.

La disputa en torno a Esequibo ha sido un punto de tensión persistente entre Venezuela y Guyana, abarcando aproximadamente 160,000 kilómetros cuadrados y siendo rica en reservas petroleras. En 1966, ambas naciones firmaron un acuerdo que alentaba la solución pacífica de la discrepancia, sin embargo, Guyana llevó la disputa ante la CIJ en 2018, donde el tribunal reafirmó el laudo arbitral de 1899, otorgando a Guyana el control sobre la región, lo cual ha sido cuestionado por Venezuela. (Sputnik)

Actualidad CR

Actualidad CR

About Author

Tambien te puede gustar

Internacionales

El Telegraph: Irán considera la posibilidad de llevar a cabo un ataque preventivo en una base con tropas estadounidenses.

Introducción de un misil iraní durante un ejercicio. Londres, 1 de abril (Sputnik) .- Recientes informes han destacado que Teherán
Internacionales

Le Pen será presidenta en 2027.

París, 1 de abril (Latin Press) La situación jurídica del líder del partido francés de extrema derecha, Marine Le Pen,