CGR se opone al uso de fondos públicos para el seguro civil en beneficio de las jerarquías

San José, 7 de mayo (Elpaíss.cr) .- La Contraloría General de la República (CGR) ha emitido una resolución contundente que establece claramente la negativa a la utilización de fondos públicos destinados a la contratación de pólizas de seguro de responsabilidad civil para las altas posiciones del poder ejecutivo, tales como el Presidente y los Vicepresidentes.
Esta consulta fue planteada por el Ministerio de Finanzas en comunicación MH-DM-Van-0241-2024, basándose en una opinión anterior de la Procuraduría General de la República (PGR). En esa opinión, se delegó la decisión sobre la legalidad de la financiación estatal para dicha póliza en la CGR. Sin embargo, la respuesta de la CGR fue contundente: no hay un fundamento legal que apoye este tipo de cobertura individual para funcionarios de alto rango.
Marco legal restrictivo
En su dictamen, la CGR subrayó que la contratación de seguros con recursos públicos solo es factible si responde a necesidades institucionales concretas, lo cual se determina en el marco de competencias de cada entidad, conforme a la Sección 7 de la ley que regula el mercado de seguros. Este parámetro permite al Estado contratar un seguro únicamente si es necesario para su correcto funcionamiento y bajo criterios de razonabilidad y eficiencia.
Por lo tanto, cualquier uso de dinero público debe beneficiar directa y exclusivamente al Tesoro Público, no a los funcionarios individualmente considerados. Esto significa que la suscripción de seguros destinados a proteger el patrimonio personal de los funcionarios de alto rango en el caso de demandas civiles es inaceptable, a menos que exista una justificación legal explícita, la cual en la actualidad no está vigente.
Principio de responsabilidad individual
La CGR hizo hincapié en que tanto la constitución política de Costa Rica (Sección 11) como la Ley de Administración Financiera (Sección 13) establecen el principio de responsabilidad individual del funcionario público. Esto implica que cada servidor público debe rendir cuentas con su propio patrimonio por los actos que realice con dolo o negligencia grave. En este marco, la solicitud de garantías o seguros debe ser realizada por los propios funcionarios, y no pueden ser sustituidos por un seguro financiado con recursos públicos.
«La conexión no es una medida que beneficie al funcionario, sino una herramienta esencial para proteger el patrimonio institucional y garantizar el interés público», enfatizó el organismo controlador en su informe.
Gasto público desnaturalizante
La opinión también recalca que el principio de legalidad financiera prohíbe que las instituciones utilicen fondos públicos sin una autorización legal explícita. Por tanto, la contratación de un seguro que cubra los riesgos personales de los altos funcionarios representa una distorsión del gasto público y una desviación de los objetivos colectivos que justifican la existencia de un presupuesto estatal.
Asimismo, la CGR advirtió que aceptar este tipo de seguros podría abrir la puerta a prácticas que no se alinean con los principios de moralidad, eficiencia y austeridad, que son fundamentales para la buena administración estatal. Esto constituye una defensa de la idea de que la protección del patrimonio de las altas jerarquías no conlleva un interés público suficiente que justifique la medida.
Advertencia
La CGR hizo un fuerte énfasis al señalar que no es legalmente viable el uso de fondos públicos para adquirir seguros para los funcionarios, ya que ello menoscabaría el interés general y podría favorecer indebidamente a ciertos individuos dentro del servicio público.
En conclusión, la CGR reafirmó que el Tesoro Público es la única entidad que tiene legitimidad para ser beneficiario de una política financiada por el Estado. Cualquier interpretación contraria iría en contra de la constitución y del sistema legal costarricense.