El presidente colombiano condena a los terroristas tras ataque que deja varios soldados muertos.
Bogotá, 27 de abril (Xinhua) -El presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó enérgicamente el ataque terrorista que tuvo lugar en la zona de Charras, una localidad rural del Departamento de Guaviares, donde varios miembros de las fuerzas armadas perdieron la vida. En su cuenta de X este domingo, expresó su profunda tristeza y preocupación por la seguridad de los jóvenes que están en el servicio público. «Soy responsable de la vida de cada joven en el poder público, y quiero que todos regresen a sus familias. Este gobierno está construido alrededor de la vida, su defensa y proyección. En Colombia, nadie debería morir por otros», afirmó.
Petro también hizo un llamado a que una comisión independiente «debería» investigar de inmediato las circunstancias que rodean este ataque, así como evaluar la decisión de suspender los ataques contra los disidentes del FARC comandados por el alias «Calarcá». Esto sugiere que la investigación debe ser exhaustiva y objetiva, asegurando que no queden cabos sueltos en la evaluación de los hechos.
En su discurso, el presidente recordó que la actual estrategia de diálogo con este grupo armado tiene como objetivo garantizar que la comunidad en esas áreas tenga la posibilidad de influir en las obras públicas y políticas que se implementen, sugiriendo además la necesidad de organizar las tropas del ejército de manera más efectiva en regiones específicas.
«Mi esfuerzo es que las madres colombianas nunca reciban a sus hijos muertos. Ese dolor, que es un dolor nacional, debería detenerse», dijo con evidente angustia.
El Ejército Nacional, por su parte, informó que el Batallón de Infantería No. 22 Joaquín París, parte de la Brigada 22, que fue atacada, estaba a cargo de la seguridad del antiguo espacio territorial destinado para el entrenamiento y la reincorporación (AETCR). Este espacio fue creado como parte del proceso de paz para facilitar la reintegración a la sociedad de los excombatientes de las FARC.
«La asignación del ejército ordenó inmediatamente el apoyo adicional de las tropas para desplegar y activar todas las capacidades de inteligencia, aire y movilidad operativa en la región. Esto se hace para fortalecer la maniobra militar en el área», comunicaron las autoridades militares.
Aunque los militares no han proporcionado cifras oficiales de bajas en el ejército, reportes de medios locales sugieren que el resultado trágico del ataque podría haber dejado al menos 9 soldados muertos y 6 más habrían sido secuestrados, lo que refleja la gravedad de la situación y la urgencia de abordar el problema de la inseguridad en esta región.
