Parlasur garantiza que la votación en Ecuador se llevó a cabo sin incidentes significativos.

En Quito, el lunes pasado, se dieron a conocer los resultados de la segunda ronda de las elecciones presidenciales en Ecuador, donde la misión de observación del Parlamento del Mercosur, conocida como Parlasur, emitió un informe destacando que el proceso electoral se llevó a cabo de manera ordenada y sin incidentes de gran magnitud. Este hecho fue resaltado por la misión en su comunicación oficial, lo que sugiere una observancia pacífica durante el evento electoral.
El informe elaborado por Parlasur mencionó que el día de las elecciones, que tuvo lugar el 13 de abril de 2025, se desarrolló en un ambiente de relativa calma. No se reportaron cambios drásticos en el mando público ni actos de violencia significativa, lo cual es un aspecto positivo en comparación con la polarización que caracterizó la campaña electoral. A pesar de las tensiones políticas, el comportamiento de la ciudadanía fue civilizado y pacífico mientras se adaptaron a un escenario electoral complicado donde la diferencia entre los candidatos era mínima.
En este contexto, los principales candidatos fueron Daniel Noboa, perteneciente a la agrupación Movimiento de ADN de centro-derecha, y Luisa González, del Movimiento de la Revolución Ciudadana, de ideología izquierda. El informe profundiza en las inquietudes expresadas por diversos grupos políticos y actores sobre la imparcialidad en la contienda electoral, resaltando problemas como el uso indebido de recursos públicos y la posible falta de neutralidad en la cobertura mediática de los candidatos.
La misión Parlasur no dejó de señalar la importancia de que se fortalezcan las medidas institucionales que impidan la utilización indebida de los poderes extraordinarios por parte del ejecutivo en tiempos electorales, un aspecto crucial para el sano desarrollo del proceso democrático.
Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, conocida como Conaie, representada por su bloque político Pachakutik, hizo eco de las preocupaciones sobre la falta de condiciones de imparcialidad, alegando el uso de recursos públicos que favorecieron a uno de los candidatos. Esta crítica se extendió a la alianza del RC, mencionando también la falta de garantías en el proceso electoral.
En paralelo, el Movimiento ADN manifestó su inquietud por el tono confrontacional de ciertos discursos durante la campaña, donde también circularon imágenes que se mostraron sospechosas en relación a los boletos, lo que desató más controversia sobre el proceso de votación.
La misión Parlasur también criticó la decisión de Luisa González, candidata del RC, de no aceptar los resultados finales que fueron ratificados por el Consejo Electoral Nacional, donde Daniel Noboa obtuvo una victoria contundente con más del 56 por ciento de los votos, superando la distancia con su competidor por casi diez puntos porcentuales.
La postura de González genera tensiones en la aceptación institucional de los resultados, lo que puede generar desconfianza entre los ciudadanos. Adicionalmente, se destacó un problema importante relacionado con la exclusión de migrantes ecuatorianos en Venezuela, quienes no pudieron votar debido a complicaciones logísticas a pesar de que el material electoral había llegado a la zona, lo que levantó dudas sobre el respeto de los derechos políticos de los ecuatorianos en el exterior.
El Consejo Electoral Nacional (CNE) intentó abordar estos problemas, pero la situación fue compleja y lamentablemente se tradujo en la incapacidad de los ecuatorianos en el extranjero para ejercer su derecho al voto en esta crucial segunda ronda electoral, suscitando preocupaciones sobre la integridad de este proceso. Más de 1.900 observadores tanto nacionales como internacionales participaron en la supervisión de estas elecciones, entre ellos, representantes de las misiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.
Finalmente, el CNE proclamó a Daniel Noboa y su compañera, María José Pinto, como ganadores de la contienda, quienes asumirán el cargo el 24 de mayo y gobernarán hasta el año 2029, marcando un nuevo capítulo en la política ecuatoriana. (Sputnik)