La educación, la delincuencia y la infraestructura están lejos de la inversión extranjera de Costa Rica – Actualidad cr

SAN JOSÉ, 8 de julio (elpaís.cr) – La creciente incertidumbre, el debilitamiento del sistema educativo y los déficits persistentes de infraestructura debilitan seriamente la competitividad de Costa Rica como un destino directo de inversión directa (IED), como advirtieron los expertos del estado estatal (UNED).
La advertencia fue formulada por la profesora Velia Govaere Vicarioli y la persona responsable de la carrera científica policial de esos Casa de Estudios, Karen Jiménez Morales, quien señaló que el país está pasando por un momento crítico que pone en peligro su atracción económica y su reputación internacional, solo en un momento en que los sectores más importantes como el turismo.
Govaere, ex director del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas del SNUED, explicó que mantener el flujo de inversiones logrados en décadas anteriores «ya no es simple». «Si bien el país lo ha distinguido al atraer capital gracias a la calidad de su fuerza laboral y su institucionalidad democrática, se enfrenta a un entorno mucho más desafiante hoy», dijo.
El académico advirtió que otros países continentes están fortaleciendo sus beneficios competitivos, mientras que Costa Rica comienza a quedarse atrás. «Estamos particularmente preocupados por los crecientes problemas de formar y retener al personal calificado, para aumentar los problemas de infraestructura de delitos y estructurales. Estos factores, agregados, nos convierten en un destino menos atractivo para la inversión extranjera», agregó.
Uno de los sectores más afectados es el turismo, que se considera uno de los pilares de la economía nacional. En el primer trimestre de 2025, hubo una disminución del 3 % en la llegada de los visitantes internacionales, una disminución de que Govaere, según Govaere, está estrechamente vinculado a la percepción de la incertidumbre vivida en el país.
«Las advertencias emitidas por embajadas como Estados Unidos tuvieron un fuerte impacto. Aumenta la percepción del riesgo, tanto para los turistas como para los inversores», agregó. Además, el fortalecimiento del dólar contra Columbus aumentó la oferta turística nacional, lo que endureció el problema.
Para Govaere, los desafíos actuales no pueden verse como una situación pasajera. «Nos enfrentamos a una crisis estructural en la cara que requiere medidas sostenidas en el tiempo.
Incertidumbre: un fenómeno estructural
Karen Jiménez Morales, experta en seguridad pública y maestra de la UNED, dijo su parte de que el fenómeno criminal que afecta al país responde a causas estructurales como la pobreza, el desempleo y la exclusión del sistema educativo.
«Estos factores debilitan la resiliencia de las comunidades y generan condiciones propicias para que la violencia se arraiga. En los vecindarios, el estado está abandonado, sin acceso a oportunidades o servicios básicos, el crimen se convierte en una opción de vida», dice Jiménez.
El académico reconoció que las fuerzas policiales hicieron grandes esfuerzos para contener violencia, pero enfatizó que sus habilidades eran limitadas. Desde 2022, el Ministerio de Seguridad Pública ha adoptado un modelo de gestión sobre la base de evidencia científica, que busca optimizar los recursos y acciones basadas en datos duros y análisis criminológicos. Sin embargo, advirtió que esta estrategia en sí misma no es suficiente.
«El modelo puede ser prometedor, pero necesita apoyo político, financiación suficiente y, sobre todo, la articulación entre las instituciones. No es útil tener una estrategia inteligente si cada institución actúa por sí sola y no hay una dirección clara que coordine los esfuerzos», dijo Jiménez.
En su opinión, la falta de liderazgo efectivo ha causado una fragmentación preocupante en el aparato estatal. «Muchas entidades públicas funcionan como islas. Sin una visión común, sin objetivos compartidos y sin voluntad de trabajar juntas, es muy difícil avanzar en la prevención del delito», se quejó.
Un punto de inflexión
Tanto Govaere como Jiménez acordaron que el país está pasando por un punto de inflexión y que, si el curso no se corrige, Costa Rica corre el riesgo de perder su reputación como un enclave seguro, democrático y confiable para la inversión extranjera, las cualidades que han estado ofreciendo en los mercados internacionales durante décadas.
«La inversión extranjera no es solo un incentivo fiscal o fiscal. Requiere un entorno estable, con capital humano capacitado, instituciones eficientes y una red de infraestructura que funcionan. Hoy fallamos en esos pilares fundamentales», concluyó Govaere.
Los expertos han solicitado a los tomadores de decisiones que miren más allá del breve cumplimiento y que reconozcan la urgencia de la inversión en base al desarrollo nacional.
«Eso no es suficiente con discursos o medidas aisladas. Se necesita una política estatal, coherente, ambiciosa y sostenida, para devolver la solidez que una vez cambió a Costa Rica», cerró Jiménez.
La fortaleza de So -Name en un contexto de creciente competencia internacional para atraer capital, y en el que la imagen del país seguro y capacitado, uno de los activos valorados por los inversores, comienza a mostrar fisuras.