El TEC crea tecnología para trasplantes musculares y óseos – Actualidad cr

San José, 7 de julio () .- El Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) ha anunciado la incorporación a su arsenal científico de un traje innovador que permite la generación de músculos y trasplantes de huesos a nivel de laboratorio, sin la necesidad de extraer tejidos de otras partes del cuerpo humano.
La tecnología, desarrollada por DR. Laura Rojas, investigadora de la Escuela de Física del TEC, es un progreso significativo en el campo de la biomedicina costarricense y posiciona al país en la vanguardia de la medicina regenerativa.
Según lo establecido por la configuración, el dispositivo permite crear un tejido muscular y óseo in vitro, a través de un proceso que simula condiciones similares a las del cuerpo humano.
El sistema del sistema radica en la capacidad de estimular mecánicamente las células, promoviendo así su crecimiento y fortalecimiento, para que pueda implementarse en personas que han sufrido lesiones graves, como quemaduras graves o heridas grandes.
«La posibilidad de producir tejidos de una manera controlada y funcional, sin usar procedimientos invasivos para obtener tumbas, es un cambio de paradigma en el tratamiento de pacientes con daño complicado», la declaración de TEC, que también enfatiza el mayor papel del talento nacional en el desarrollo de esta innovación.
Contribución de la física a la medicina regenerativa
La Dra. Laura Rojas, responsable del diseño y creación del dispositivo, se graduó físicamente de la Universidad de Costa Rica (UCR), con una maestría en nanotecnología en Finlandia y un doctorado en ingeniería, realizado conjuntamente por el TEC y el UCR. Su carrera académica multidisciplinaria fue esencial para abordar el complicado desafío de desarrollar una tecnología de aplicación directa en biomedicina.
«Desde la física, es posible proporcionar instrumentos que cambien la forma en que abordamos los problemas médicos. Este dispositivo es un ejemplo de cómo la ciencia básica y aplicada puede unirse para crear soluciones específicas que afecten vidas», dijo Rojas, diciendo que el mecanismo ya está patentado y tendrá protección de propiedad intelectual hasta 2041.
El diseño del aparato tiene como objetivo crear un entorno artificial en el que se puedan estructurar células musculares y óseas, lo que imita las condiciones mecánicas y bioquímicas del cuerpo humano. Con este enfoque, los tejidos pueden generar con una mayor viabilidad y funcionalidad para el injerto posterior, lo que lleva a una alternativa prometedora a los pacientes que enfrentan largos procesos de rehabilitación y recuperación.
Reconocimiento al talento científico costarricense
Para las autoridades de TEC, este desarrollo representa mucho más que una innovación técnica: es una evidencia tangible del potencial del país en campos altamente especializados. «Costa Rica tiene talento, infraestructura y compromiso de contribuir al progreso científico global. Este proyecto es un claro ejemplo del impacto que pueden tener nuestras universidades públicas si se articulan adecuadamente con la investigación y la innovación», dijo un portavoz de la institución.
El rendimiento se vuelve más relevante, ya que cree que el TEC, fundado en 1971 como parte del sistema de educación superior del estado, ha hecho históricamente sus esfuerzos para capacitar a la ingeniería, tecnologías aplicadas y ciencias exactas.
Esta nueva invasión del campo biomédico abre puertas para futuras líneas de investigación interdisciplinaria, en las que convergen ingeniería, biotecnología, medicina y física.
«Esta tecnología no reemplaza la cirugía tradicional, pero puede complementarla de una manera poderosa, especialmente en los casos en que no hay suficientes tejidos sanos para llevar a cabo trasplantes», dijo el investigador.
Agregó que también se estudian posibles aplicaciones de dispositivos en tratamientos ortopédicos, recuperación de polvo después de accidentes o operaciones reconstructivas en oncología.
Los especialistas están de acuerdo en que la tecnología puede incluso abrir espacio para una nueva industria de medicina personalizada en Costa Rica, que se centra en la fabricación de tejidos para cada paciente, reduciendo los riesgos de rechazo y mejorando los resultados terapéuticos.
Según la oficina de propiedad intelectual de TEC, la patente está protegida en todo el país y en el proceso de evaluación para el registro en otros países, lo que abre la puerta a futuras transferencias o licencias tecnológicas que promueven su comercialización.
La incorporación de este dispositivo en los instrumentos científicos del TEC no es solo un hito técnico, sino también un poderoso mensaje sobre el papel que las universidades públicas pueden desempeñar en la construcción de un modelo de desarrollo basado en el conocimiento, la innovación y la justicia social.